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ellas.
Gustemos , pues; repasemos–
las dia ,
y
noche en nuestro co–
razon.
i.
J
ºª
nn.1 I.
e
arissimos'
decia San Juan '
na
1
5
•
1
ú.
ameis al mundo
:
no basta no amar–
lo en general :
el
se explica :
Ni
todo lo que hay en el mundo;
por–
que ¿qué hallareis en el mundo mas
que
concupiscencia de la carne
,
el
amor de los placeres sensuales, eo
que se ciega , se obscurece,
se
cor–
rompe ,
y
se
pierde el corazon ,
y
concupiscencia d Jos ojos?
Pinturas,
muebles , oro ,....
~lata
, piedras pre–
ciosas· en fin ,
To
que dá placerá
los ojos.
¿
Y de todo eso , qué utili–
dad
sacan~
¿Poseen verdaderamen–
te lo que vén
~
No hacen mas que
desflorarlo con la vista ; todo
es
exterior,
y
todo se les escapa. Huíd,
pues, de la concupiscencia de los
oJos, I_a vanidad, la curiosidad,
y
las
ciencias vanas: porque aunque pa–
rece que todo eso está en vosotros,
y
que os alimenta por un momento,
en realidad todo está fuera de vo-
so-