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él ,
para llegar
á
Vos ,
y
asi recibid
el
sacrificio , pues tanto amais al
medianero.
. .·
Padremio, la hora ha llegado.
El sacrificio tiene su hora determi–
nada , sea por la mañana ,
ó
por
la
tarde ;
y
la señalada para el sacri–
ficio de Jesu-Christo ha llegado.
Padre mio , la viaima está pronta,
y
solo falta
~escargar
el golpe.
Aqui me siento impelído de no
se qué movimiento interior, que ni
comprehendo,
n]
sé lo que es ; pe–
ro
este impulso me diéta en lo mas
intimo del alma que es menester
unirme á las secretas intenciones que
tuvo
Jesu-Christo haciendo esta
Oracion , en lo qual consiste el ver–
dadero modo de orar en Jesu-Chris–
to,
y
por Jesu-Christo:
y
me parece
que el fin de
J
esu-Christo fue estable–
cer su Iglesia,
y
ofrecerse para ello in·
terior,y exteriormente en sacrificio.
Padre mio, la hora ha llegado
en que deben GUmplirse las profecías
de la efüsion de vuestro
espíritu en
to-