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Señor.
Yá
hemos visto, que
San Fe–
lipe havia conocido dos cosas : la
una , que para ser felíces , era bas–
tante vieramos al Padre; y)a otra,
gue
al
Hijo tocába enseñaraoslo.
Vá,
pues , el Hijo á decirnos qué cosa
es vér al Padre,
y
qué el verlo -en.
el Hijo mismo.
Notad, ante todas cosas , aque–
lla especie de admiracion con que
habla el Salvador : Ha tan largo
tiempo que estoy con vosotros ,
2
y
no me conoceis
~
Felipe,
quien
me
vé,
vé
á
mi Padre.
No hablo de
aquel que solamente me vé con los
ojos del cuerpo , dado que ese tal,
viendome,no me vé; porque si el
que mira al hombre con los ojos
mortales , no le vé sino por defue–
ra , y , digamoslo asi , por la cor–
teza;
¿
quán distante está de vér al
ldijo
de Dios, quando no emplea
mas que los ojos del cuerpo
?
Los
Apostoles havian pas.ado .mas ade–
lante., pues havian yá creído,
y
~onfesado por boGa
de
San
Pedro,
que