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ciosas, que son las enfermedades~
y
la muerte del alma !
¡
Qué infaus•
to engaño es el que reyna en no..:
sotros ,
pues
no sabemos desear,
hi
aún pedir lo que nos conviene! San
Felipe nos lo enseña, diciendo:
Se–
ñor, mostradnos vuestro Padre,
_y
nos
basta;
pues_se reduce
á
peair
lo
que Jesu-Christo nos ha enseña–
do , que solo es necesario. Señor,
Vos sois el camino: yo vengo
á
Vos
para encontrarme
á
mí mismo,
y
para decir con vuestro Apostol:
Mostradnos al Padre,,
y
nos basta.
DIA
.
LXXXIV.
En el Padre se vé al Hijo.
Joann.
XIV.
9.
A
SI como ,
á
nuestro juicio, no
hay en todo el Evangelio pe–
ticion mas alta que la de San Feli–
pe; tampoco hay cosa mas sublí–
me , que la respuesta de nuestro ·
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Se-