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nos basta.
i
Pero de qué sirve
á
un
enfermo desear la salud , si le faltan
todos los remedios ,
y
muchas ve...
ces tiene -la muerte dentr~ de sus,
entrañas , sin sentirla?
Tal es el estado de toda la natu–
raleza
humana.Elhombre, abando..
nado á sí mismo,qo sabe qué hacer~
ni qué ha de ser d~ él. Sus placeres
le arrastran,
y
estos mismos place–
res le .matan: se .hace otras tantas
heridas, quantas soq los pecados que
le
hacep cometer sus sentidos ;
y
n~
solamente mata su alma con su des~
templanza , sino que dá tambien
muerte á su cuerpo, queriendole dár,
gusto.:
¡
tanta es su ceguera ,
y
tan
distante está de saber lo que le con""
.
'
viene.
;EI
hombre, despues del pecado;
nace para ser infeliz. Es desgracia–
do .por todas las enfermedades del
cuerpo, en el qual pone su felicidad.
¡Pero quánto mas infelíz es por
un-a muchedumbre de herrores , de
desarreglos ,
y
de inclinaciones .vi-
.
cio-