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Santiago
estaba
coh
él , pero no
es
Santiago
á
quien San Pablo vá á ver:
fuí,
dice,
á
ver
á
Pedro: estuve con
Galat.
11
•
5,
él quince dias;
y
autc rºzó su predi-
6 • 9 •
cacion éon es\e testimonio. Lo que
nos enseña , q~e quando catorce
años despues siguiendo la revelacion
del Espiritu Santo, vino
á
Jerusalén
á
conferenciar con los Apostoles,
acerca del Evangelio que predica-
ba
á
los Gentiles, era rambien San
Pedro
á
quien principalmente venial
á
buscar.
Quando fue preciso autorizar
en el Concilio de Jerusalén la liber–
tad de los Gentiles , por un Decre–
to , que mereció ser promulgado
á-
nombre del ~spiritu Santo, S~n
P~ Aél-.
X\4
7 •
dro fue el primero que se hallo aÍh,
1
3 •
14 •
19 •
como en todas partes : él fue quien
2
o.
resolvió aquella qü.estion para que
se havian juntado;
y
Santiago decl ;--
ró , que defería
á
su diél:amen.
El
está á la cabeza de todos,
y
todo se
confirma con su parecer. Vé ahí co-
mo
la caída de San Pedro , lejos de.
Q
4
ha-