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tanta:
fecundidad en· todo el Uni~
verso.
Hé aqui lo que figuraba aquella
pesca de los Apostoles, estando San
Pedro á su cabeza ,
y
confirmando–
los con su egemplo: por tanto le di·
ce Jesu-Christo
á
él,
y
no
á
San
Joh.xxt.
15 •
Juan, ni
á
los otros:
Apacienta mis
J6,
.1
7 •
obejas: apacienta mis corderos:
apa–
cienta las madres con sus hijos. Lo
que conviene bien con el precepto
de afirmarlas en la fé,pues esto mis–
mo es gobernar el rebaño. Es , di–
go , gobernarlo , radicarlo en la
fé,
y
apacentarlo con la palabra.
Tambienes él, quien mientras
esperaban la venida del Espíritu San–
to, fue el conduétor de los Apdstoles
en
aquella memorable accionen que
reemplazaron el Colegio Apostoli–
co, poniendo en lugar de Judas,
un
testigo de la vida,y de la resurreccion
de Jesu-Christo;
que recibiendo con
todos ellos el Espíritu Santo que es–
peraban , recibió al mismo
tiempo
la
gracia de llevar este
testimonio
á