~4.J
los ciento,
y
cinquenta
y
tres peces
misteriosos, que no quebraron
la
red,
y
que figuraban los verdaderos
Fieles, q~e debian quedár presos fe–
lizmente en las redes de la predica–
cion Evangelica. Pedro,~ siempre
á
la frente de esta pesca misteriosa)
á
quien Jesus havia dicho~durante
su vida mortal:
Trahe la Nave en al-
Luc.v. 4 •
5 •
ta mar
,y
ro te haré Pescador de
6. 7 •
hombres:
fue quien con sola la pa-
-
labra de Jesus cogió con efeél:o
tantos peces, que se llenaron dos
,
Barcos hasta el extremo de irse
á
pi-
que : el mismo Pedro fue el qu~
gobernó esta pesca, mucho mas es-
pecial,
y
mas misteriosa que la que
los Apostoles hicieron
á
presencia
·de Jesu-Christo resucitado;
y
todo
·en figura de la predicacion Aposto•
'lica,la qual dando principio por San
Pedro en el dia de Pentecostés ,
y
siguientes, atrajo tantos millares de
almas
á
Jesu-Chrisfo,
y
formó en
Jerusalén el cuerpo de la Iglesia, que
despues
havia
de multiplicarse con
Q :z,
tan-