178
.
cho cuerpo ; este Pan en1a aparien.
cia , pero cuerpo en la realidad; es–
te Pan , por quien se nos ha dado
otro Pan , que es verdadero Pan de
vida eterna. Ved lo que quiere decir
este Pan.
Del mismo modo se ha
de entender
el Caliz del Señor.
Los
üllices que han servido á la Eucha-–
ristía , han sido de las materias mas
preciosas, desde el origen del Chris–
tianismo ,
y
aun durante el tiempo
de las persecuciones ,
y
la pobreza·
de la Iglesia. No es de admirar;
pues Jesu-Christo nos dió
á
enten-–
der de quánto era digno su Cuerpo,
quando permitió ,
y
aprobó , que
se empleásen tantos perfumes ex–
quisítos , no solo para honrarlo
durante su vida , sino tambien pa–
ra ungirlo despues de su muerte.
Pero aunque aprueba todas es–
fas cosas,
y
su Iglesia las imíta, no
está sujeta unicamente
á
este apa–
rato exterior. La persecucion le
puede quitar el oro ,
y
la plata con
que- sirve al Hijo de Dios :
i
pero
- pue-