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de
Meaux ha
expuesto
con
tanta
mas claridad, quanto , por
lo co–
mun , son,
o
mas ignorados,
o
mas
desatendidos.
Tal es , en primer lugar , la na–
turaleza ,
la
extension,
y
la
per–
feccion de la santidad christian a.
Formad, amados
hijos mios ,
for-
. rriad
una
justa
idea
de
ella.
Os
es
de una
extrema
importancia el
que no os engañeis sobre este
par–
ticular.
La santidad christiana es infini-
tamente superior
a
la bondad
de
J
los mas virtuosos Gentiles:
las
vir~
;
tudes de estos eran
puramente·
· humanas:
eran ,
expliquemoslo
asi , carencia ,
o
privacion de los
vicios groseros. Tambien es mas
eminente, que las virtudes de
los
Doétores de la
ley,
y
de los Pha·
riseos ,
sobervios,
y,
presumidos
sabios,
apegados
a
la
corteza ,
y
superficie de
los
preceptos ;
que
se atribuían
a
sí
mismos~
a
las fuer--–
zas de
~u
voluntad
lo
bueno que
At
ha·