,,~º
demostrando hasta
que punto tleg
el
r·econocimiento.
El
caraéter
de
amor
peniten–
te
no se
halla en este
Cap.
de
San
Juan , en el qual unicamente <lice
el Evang.elista , que Maria derra–
m.o
su
unguento
precioso sobre los
Ples
de
J
esus· ,
y
que
los
enjugo
·con ·sus
cabellos;
pero sin hablar
de las lagrimas ,,
y
de los dulces
besos
1
de
la penitencia.
Tampoco
hacen mencion de ellas San Ma-
-theo ,
y
San Marcos. Estos dos His–
toriadores Sagrados dicen ,
que
·derramo Maria unguento sobre la
C.abeza
de Jesus ,
lo
que
pudo
ha·
cer
muy
facil .mente ;
porque en
~quel
tiempo los CGmbidados co–
rnian
recostados
en
una
·especie
de
Xr
camas.
San
J
mm
.añade ,
que
toda
111
•
•
3·
la casa
se
hincho
del ·olor ·del un–
guento.
Los
Evangelistas
especifican
los
Lugares,
y
los :tiempos
de
estas
unciones. La Pecadora
penitente
· a hizo
mucho
antes
de
la ultima
Pas-