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r os
contra este
gran
te•
r.
Y
sto lo con
eguire1no
prin–
i
al
r
te medita
1do
las prome-–
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e J
Evangelio
contra la muerte,
s
1
í -. o
)ros. por
medio de una
viva
..
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a la vida cel stíal, que
es~
e ..
l
.os.
S
necesita de una gra
e· a ·
uy
grande
contra un terror
an e· pantoso.
Mientras esta n1os
--u1os ,
y
robustos no lo
experi–
mentamos,
ni percibimos :
pero
uJndo desesperamos
de poder vi•
vir,
s
e golpe es
mny
terribleº
ro
sera
muy
débil,
y
lige1 o ,
si
r wm
s
vivamente' que
Jesus
ha
'venciL o a
la
muertell
vencio en una
Doncellita
Matth.
9~
e
e,
ñ
s, que acababa de espi-
Y1.
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8·
r , v , un e "'taba en
su
lecho. La
1c; en un
J
ven , que
ya
lleva-
Marc.
v.3).
· t
á
e
1
err· r. La vencio en el
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1
pulcro , enmedio
de la
re
umbre ,
y
los
gusan
s
,
en
la
La de L'"
zaro. Era
tJecesario
e la
corrupc1on, que .
uerte. La
havia
ven-