169
te la
pediran ,
y
daras
cuenta
de
lla.
2
Y
quando?
Esta
noche.
Ma–
ñana te
hallaras
muerto
en
tu
ca~
rna : sin que
todos
esos bienes
que
posees ,
y-
que
alabas tanto ,
te
pue..
dan dár el inenor socorro, ni alar–
gar la ·vida un
mo1nento.
i
Que hare yo
~
dice este Rico,
en
tan
grande
abundancia de
ri–
quezas- Este es
el
primer efeéto,
que eilas
producen ,
la
inquietud,
i
Que
hare
yo?
¿
En ·dónde la$
pondre,
y
como
las
podre
guardar~
JYlis graneros no bastan
:
hare otroJ,
y
le
dire
á
mi
alma:
alegrate, nada
rebuJeS
a
tus
sentidos
;
descansa,
CO..
tne
,
y
bebe
,
en tu abundancia. Y
mientras unaginas , que
puedes
re-–
posar en el seno de tus riquezas,
te
arrebatan ,
no estas riquezas,
sino
esta Inisma
alma ,
a
quien
combidabas
para
qüe
se gozara
con
ellas.
¿
Y de
quien
vendrd d ser esta
grande
hBcienda
,
que
has
adquirido~
·Quien gozara de ella
por
tl,
quan–
d~