t64
hartas
lagrimas
para
llorar
nuestra
·ceguedad!
9~~$~$~~$9~
· · DI
A XXXII.
1Juscad
tt
Dios
,y
su
1usticia.
Matth~
v1.
33· 34•
B
uscad
el
Reyno
de Dios
'
y
St4
J-usticia
,
y
todo lo demds
se os
dard
de añadidura.
El Reyno
de
Dios,
y
su
Justi-–
cia , no una justicia
~implemente
moral ,
al modo
de
los Gentiles,
sino la Justicia Christiana , funda–
da
sqbre el Evangelio de
Jesu–
Christo,
y
las
reglas
que
acabais
de
ver
del Evangelio.
Una justi·
cia , que os haga vivir de otro mo–
do ,. que los que no conocen
a
Dios : de
otro
modo
que se vivia
antes de la
venida
de
Jesu-Christo:
~Rajusticia
conforme a
vuestra
vo-
cacion '
a
vuestro
estado '
y a las
g.ra-