r
1:74
· .
i
Qué
temeis ,
pues , moriros
de
hambre~
Quantos
Martyres
han
mue.rrto
en
los calabozos,
sin que esta oculta ,
y
afrentosa
muerte les haya
servido
de
im–
pedimento para recibir la corona
del martyrio: antes bien aquella
muerte es la que se la puso sobre
~us
sienes.
No temais nada
,
rebañ()
pequeñito: vendedlo todo
,
da.dio todo
a
los
Pobres:
hal'eos un tesoro
,
que
no pueda ser ríJbado
,
ni disminuido.
~99999999999
D
1
A
x~xv.
Prosigue
el
mismo
asunto: guardarse
de
toda
avarzcza.
Lucas x
I
l•
. 15.21 •.
U
Na Alma, verdaderamente
Christiana , no puede can–
sarse de meditar este admirable
discurso de nuestro Señor.
Libranos
de
trJda
avarzcza.
La
hay
de mu-
- chos