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cimiento , que · son
los
1
defec1os
mas notables de un juicio. · ·.
..
Sin facultad :
¿Quien
eres
tzípa–
ra
juzgar al
escluvo
de otro? Si
cae,
o
si se queda en
pie, esto
le
pertenece
d
su amo:'
ael
toca
eljúzgarlo~-
~o
juzgues '
pues'
a
aquel
de
quien ·
nb
eres Juez.
··
Lo que S.Pablo
añade
(Ju,ez
te-
Ibi.
109
·merario ) te cierra
mas
la
b0ca-.
Tu .
pronuncias,
y
decides
sobre
el ~es
ta<lo del
esclavo ageno'
y
asegu–
ras ,
o
que cae ,
o
que vá
á"c-aer.
-PerofJa
caera,
dice
San
P.ablo,
Dios
es bastante para afirmarle
,
y
soste-–
nerle.
No juzgues ,
pues, -que
va
a
caer.
· -·
El Aposto! prosigue.
¿.Por
qué
razon
juzgas
a
tu
hermano '
ó
por
·qué le menosprecias?
Es
tu
h~rma·
no ,
es
tu
igual , no
re
pértenece
a
tí
el juzgarlo. Ambos
a
dos
ha–
veis de
dar
cuenta
ante aquel
grande,
y
trer.oendo Juez ,
que
ha de juzgar
a
todos los hombres.
.
Todos
b~mos
de compadecer ante el
lbid.
1<~.r2.
M
Tri-.