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conoceis ;
y
desde
el
seno intimo
de vuestro corazon ,
de
la
fuen
infinita , que es vuestro amor , nos
embiais
aquel divino Espiritu ,
que
nos hace gritar
a
V
os ,
como
a
nuestroverdadero Padreº
Este EJpiritu,
prosigue el
Apos•
tol
'da
testimonio
a
nu·estro
espiri-.
tu
de que somoj hijos de
Dios.
O
!
Se–
ñor ,
i
quien
escuchara este
testi–
monio del Espiritu Santo , que nos
dice interiormente, que soinos hi–
j
og de Dios?
i
Qué voz! Quaodo
en' la
paz
de una
buena
conciencia,
y
de un
corazon
inseparablemente
unido a
Dios
,
nos
dice,
yo
no
sé
quien . .,.
secretamente,
y
en
el si–
lencio intimo de
la alma :
Dios es
tu
Padre,
tu
eres
su hijo...
Pasemos:
esta voz es
muy
intima , pocas per–
sonas
la oyen : pasemos ; quizas
la
\
o
•
oiremos mejor otra vez :
necesita-
,
mos para esto estar
mas
arra1ga-
'dos,
y
mas
firmes
en
la
virtud. El
Espíritu Santo
no
dá
a
todos
este
testimonio
secreto.
El
bien
qµisie-
·
. ra: