122
Matt.
v.
48~
dreis parte en
su
Reyno,
si vttestrd
perfeccion no escede
d
la
suya
;
se
perfeflos, como
vuestro
Padre Celes–
tial es per-feC!o•
.
Y
como
jamas
le
podreis
igualar ,
creced
~iempre
para
aproximaros
a
esta
perfec–
cion. La empresa
es
grande:
pero
el
socorro
es igual
al
trab~jo.
Dios,
que te llama desde
tan
alto ,
te
alarga
la mano :
su
Hijo-,
igual
al
Padre
baxa para
levantarte.
Dl
a
vista de
esto
con San Pablo: Alien-
Phil,
1v.12.
to, Alma
mia ,
yo/(}
puedo todo con
el que me conforta.
¡
O , Christiano , que
distante
que estas de la
perfeccion de tu es–
tado!
i
Quándo en1pezarás
a
ven–
cer tu
indolencia~
Dígase
cada
uno
a
sl mismo
dentro
de
su
corazon :
Quien
es
el
que nos ha
dado
la
Ley
nueva~
se
les dixo
a
los
antiguos
•
y
yo
os digo:
.
Quien
es
el que habla asi
?
Jesu-.
Christo , el Hijo de
Dios
en perso-–
na, la Luz ;
y
la Verdad
eterna,
el
Maestro en1biado
del
Cielo para
en-