l'l7
nas
,y
cardo!' ertá expuesta
a
que
la
a/digan
;y
en fin la
pondranfuego.
,
Estas palabras son capaces de
llenarnos
de
asombro. Pero ani–
memos nuestra esperanza con
las
que se
siguen ,
y
creamos ,
que
to~
·
da
la
Iglesia nos
dice con
San
Pa-
Ibid•
.blo:
~Esp eramos
de vosotros
mejores
c._oJas. Conftdimus
autem
de vobis, di–
lefliss.imi,
meliora.
Despues de haver oído
a
San
Pablo ,
veamo.)
lo
que
dice San Pe–
dro :
Mas valiera el no haver &onoci–
do et camino de Ja
Justicia
,
que bol-
'
'Ver atras
,
como un
perro
,
que
se
huelve
d
comer
lo que ha vomitado;
y
11 •
Er.
2
tomo un
cerdo, que de nuevo
Je
re-
21 •
~
2 •
bue/ca en et
lodo.
Causa
horror el
/
.
.
01r semeJante sentencia : estas ex-
presiones
yelan
la sangre
de las
venas , aprietan,
y
atemorizan el
corazon :
pero
lo
que
hacen estos
animales es aun menos , que lo
que
hace un
pecador
reincidente.
DIA