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! ;
El Fuerte armado es el
Demo-
io. Consideremos
estas palabras:
Lo que
el
posee
esta
pacifico.
Pense–
n1os en
la
paz infeliz de que gozan
los pecadores :.
su conciencia
esta
aletargada, venasangre fria su per-–
dicion : us
S€ntidos
los hechizan,
. y
el
Demonio
rey
na
tranquilamen–
te.
J esu-Christo echo
a
este
Fuer–
te
armado
quando tocó
el co–
razon
endurecido
de un
pec<ldor
de estos,
excitandole con
su divi–
~na
gracia
a
que
hiciera verda_dera
penitencia. Pero despues buelve
este Fuerte armado con siete De–
monios peores que
el.
Ponderemos
esta
circunstancia : estos
espiritns
immundos ensucian de nuevo la ha–
bitacion , o casa , que la penitencia
havi.a limpiado ,
y
establecen en
ella
su residencia.
'l
el ultimo estad
o
de este hombre es peor que el primero.
-Si siempre
a
cada recaída , llega
it
··ser peor el estado; si el
yugo
del
Demonio se agrava : si las fuerzas
se debilitan,
sin cesar;
y
si
se carga
ca-