(9r)
tAm-mte
:·
y
l)érdonanos nue~tras €leudas~
ó ·pecados, asi
como
nosotros perdona~
¡nos
á
nuestros deudores,
v
no nos dexes·
caer en
la
tentacion,
da~donos fuerzas
para re,istirlá
;
mas l~branos de todo
mal. Amen. Porque si
vosotf•os
perdona–
.reís
,á
los hombres sus pecados
ú
ofensas
~ue os han hecho
;
os perdonara tambien
á
vosotros vuestro Padre celestial vues–
tros delitos; pero si no perdonareis
a
los
hombres , tampoco vuestro Padre
O$
perdonará
a
vosotros vuestros pecados.
·Qi.1ando ayu.neis no os pongais tris–
tes
;
como los hipócritas que destruyen
sus caras para parecer ayunadores
a
los
hombres. En verdad os digo : Recibie–
ron su recompensa. Pero
tú,
quando
ayunas, unge tu cabeza, y lava
tu
cara:
para
110
parecer
a
los hombres que ayu–
nas, sino
a
tu Padre , que e~ta ocul–
to:
y
tu Padre que vé lo oculto te dar!t
la
recompensa.
,
No atesoreis para vosotros tewro~
o-n
la
tierra,' donde el mohó, y poli–
Ha los demuele :
y
donde los ladro–
nes
caban,
y
los
roban :
sino atesorad
pa-