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estas palabras, se admiraban de' su doc~
trina las gentes, porque les enseñaba,
como quien tenia pOt€stad,
y
no como
sus
Escribas,
y
Fariséos,
que no ense-;
ñaban
sino lo que estava
es,crito
en la
Ley, y
los Profetas. .
_e
·cura·cÍon de otro
leproso.Mat.
8. 1.h.4. ,
San Mathé~. .Mas h;bien~o bajado del
monte le •siguieron muchas tropas
de
gente=.
y
viniendo enr~nces un -leproso,
le adoró, diciendo : ,S€ñor, si quieres
me puedes limpiar.
Y
Jesus estendiendo
la mano , le tocó , didenpo : Qpiero;,
Q11eda limpio :
y
al inst_ante quedó 'lim–
pio
de ·s11 lepra :
y
J
esus le dixo.: mira
que
á
ninguno lo digas; pero vé, ma–
nifiestate
al
Sacerdote ,
y
haz
la
ofren–
da, que mandó
Moys~s_,.
para testimo..
nio
de
ellos;
,
G
Cu-