4.,
Ya habian t ranscurrido unos ocho días sin
que
aun
~e
tuviese noticia de que
la
ciudad de Lugo se lm.hie e
d ecidido
á
proclamar la Constitll'·ion , antes al contrario
lo
reu aba por el poderoso influjo del cl ero. Conven i-0.
apo lerarse cuanto antes de aquella ciudad,
y
tambien de
1ondoüedo, para desbaratar los planes que iban t ramah–
do algunos, que jamas estadn bien con la racional
li–
bertad qne gozarnos. P(lra el
efi~cto
dispuso la Junta Su..
l)erior qne ef Capitan ele Fragata D. Jos<! d e la Serna
sa~
lie
e
el
1
u
de Marzo con una
3a
-columna volante para
,Lugo , dándole ámplias facultades,
y
que obrase sin mas
d e-p ndencia que de la mi ma Junta, di poniendo que
se
le
reuniesen todas las partidas su Itas ele lo pueblo
comarcanos. Aquella tuvo luego
fo
sabsfaccion <le sabet
que hnbia acertado en la eleccion que hizo de la Serna ,
vue e te con su acti,-idad, conocimientos militares
J
J>rud ncia supo grangearse
b
estimacion general,
y
des–
empcfiar muy bien
la
comi.sion que llevaba.
Entret. nto la conducta del Conde de S, Roman admi–
raba v rdad-eramente
á
cuantos le habian conocí<lo an–
tes;
y
he aquí lo que empeüó
<l.
D, Pedro Aga r en nombre
de
la
Junta como .Presi.clrnte de ella,
á
<::scribi rlc una
carta
amístosa,
pero llena de jn tas
l'econvencio–
nes.
(g)
No e dignó contesta r
:i
ella, ni surtió efecto al–
guno favorable, porque en quien no hacian mella los rei·
tcraclo clamores ele la Patria
'qll'C
demandaba auxilio en
su mayor conflicto, no era facil que tuv iesen ascendi ente
la ateH tas razones <lictdaas por la am]s tad mas generosa,
La
l
a.ci.onentera fij-ab.'.l su
ojos en la Isla
y
en Gali·
cia: veia el antiguo gobierno destruido en estos puntos;
las autoridades pre a : trop-a
espaüola hatiéndus·e unas
contra otras; en fin 'veia un nuevo orden de cosas, un prin...
cipio de cruerra civil;
y
aunque todos conocian
los
pode·
i·osos motivos ·que ohligaban al Egércíto
y
Pue.blo '(le Ga·
licia
á
levantar el grito pidiendo un nuevo .gobierno,
ó