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bfan quedado en el campo de
.S.
José
fuel'On
alojadoi
en los arraLaies; se publicó un h :;tndo para mantener el
órden:
y
Montanaro
y
Fontenla despacharon en posta
¡¡}
Teniente Ca lnn , dando parte de todo al Comandan te ,
General
Aceb~do,
qu,e estaba en Santiago.
El yuntamiento trató de dar el mando de las armas
á
Montanaro, pero este Oficial que no deseaba mas que
e\ bien general, h izo presente que
l1abia en el pueblo
otra . persona mas
condcco~da ,
digna
y
capaz d,e de..,
sempeñar el cargo que queri.an dad . Este era el co..,
ronel re tirado de Artillería D. Femando Sarabia, sug·e..,
to ele oonocimientos, probidad é iclea
liberales. Le
Pª'"'
saron r ecado,
y
se presentó sin di.lacion alguna , y aun–
que esp t1so que se habia rntirado por odiar el mando
aceptó elque le daban porserútilcle algun modo;\ la Pa..,
tria en t an críticas circunstancia . Pocos hay dotados
<l e igual virLud, que pudiendo evitar iguale
ompromi.,,
sos en el r etiro ele us casas vayan.
a
e pon rse solamen..,
te por estar convencidos de que todo l1ombre tiene que
cooperar al bien e t ar de
LlS
semej an tes aunque sea
con riesgo propio. ¡Cuanlos hay en el dia qne blasonan
de patrioti mo
y
negáron ro tunda,ncn tc
us brazo
al
trabajo en lo dias ' en que la
racion ncce itaba 'na•
de su ayuda ! ¡Cuanto de los que han manife ·tado
durante la borrasca política que nada arnh icionaban, que
su deseo era
iempre
ivir reLira dos sin
mezcla~·se
en
los negocio
del gran mundo, que e
ooteot:ihan con
lo
que pudie e producirle
u trabajo, han corrido de–
salados en la bonanza
á
arrancar lo destinos
qi.1r
iban
ádarse
á
otro0! ¡Cuántos de los que maquinaban para des–
trnir
el
Gobierno que hoy aplauden, o presentan
á
exi–
gir recompensas en luga r de lo. castigos que merecen!
¡Cuántos se atreven
á
cen urar las operaciones de los
que gobiernan , y su
ida privada, y sus d biliclades, que
l;l.O
serán capaces de presep.tarse como ellos
á
salvar la Na-
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