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días 3
y
ro
de Marzo varios artículos de
la
Constitucion
eon claridad
y
sencillez, refutando los sofismas con que,al a.
5
predicadore fanático
Ó
mercenarios pretendian demo -
trar al mismo tiempo en otros puntos de España, que
la
Religion iba indudablemente
á
perderse si se admitía
aquelfa, como lo deseaban los perversos
de
la 'Isla
y
de
la Corufia.
Los habitantes de la última al paso que oian
con
dolor
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D ean d e la misma Santa I gl esia
1
¡
Qu ~
bárbaro
y
feroz regocijo el
que demuestra en su di scur so por la ca ida de la C\\nstitucion
! ¡
Quá
inrn ltos , qu:O palabras tan atrooes l as qne salieron dti su liol'a,
y
que d es pues tu1·0 la
o~ndía
de imprim irlas
1
No destino yo est.I! lu–
gar para impugn arle con toda la esten.; iou que se necesita. Bar(; so-
lamente alg nnas lig ras ohservaciones.
·
Al
te~to
de su an ti-evangéli co scrmo11, discutso
ó
lo que quiera
'llama rle, sacado del salmo
117
y
que dice:
A Domino fac tum est
istud , et est mirabile in oculis nostris:
Esta ha sid'o obra del S íw r,
m aravi llosa
á
nuestros ojos; l e re> pondo con el miuno testo
q~e vie~
t1e
hi~ n
al presente
e~tado
Ele cosas, añadi ertdo el versículo que pre-"
ced e
al
que toR'IÓ
~ l :
.
L apidem, quem . rept·obaoerunt i!!dijical1tes hic /actus est
in
cnput
anguli:
La piedra que desecharon los edificadores, esn h a
ei~o
pu .
ta, por cabeza del ángu lo. T arnhien
á
su discnrso se le puede
r.on–
t estar con el Santo Proteta en
el
salmo
1
18 v. 85.
Narruvef(lnt mili?
i niqui ]abulationes, sed
11 on
ut lex tua.
Contáronme los inicuos frus ....
l enas : ,mas no como tu ley:
y
en
t-1 i o5
v"
!l.5,
Et murmuraoe–
runt in tabernaculis suis
!
no1t
e:taudiernnt oocem Doniini.
murmu.•
taron ert sus tiendas:
110
oy eron la voz del Señor.
Para corrobor ar mas l a materia oyga ademns lo que l e dice Íe-'
temías en el capítu lo S.
v.
3
<.
Prophet(I! prophctabant mentlncium,
et Saéet'dotes applaudebctnt nianibas suis, et populus.meus dile.r:it ta ....
lia.: quid igltur
fi el
in no1·issimo
ejiis ?
Los Profetas profeti zaban me1i ...
tira , y l os Sacerdotes aplaüdi an con sus manos ;
y
mi puebl o amó
tales cosas: ¿ pues
qu~
sncedurá en su postrirneda?
.
No cito yo estos pasages para' manifestar una vana ertldi cion,
sino para probar
á
horn bres semejnntcs al Dean actual de Lugo que
en l a Sagrada Escritura no fa ltn·n t«istos para confo ndirlos,
y
que
para cada uno que saqu en en contra del
nue~o
goLierno yo
lea
&acaré diez .
á
favor suyo.
I