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• E stos individuos fueron conducidos á tierra en dos lanchas,
y
asi que pi ·
saroo el muelle, abrieron sus baules, en los que conducían rifles de seis tiros
revolwers, espadas
y
municiones.
e Armados en presencia de todos los vecinos, sacaron
lo~
caballos del pue
blo,
y
al anochecer emprendieron marcha, monta.dos todos con rumbo
á
Mar –
tin Chico, buscando la incorporacioo del cabecilla Mootoro.
e Entre los desembarcados viene de J efe el titulado Coronel Pedro Ferrer,
los capitanejas Bias Coronel
y
Manuel Bellido, un tal Corrales
y
otros de igual
calaña.
• En las Higueritas llegó al dia siguiente el vapor de guerra nacional
Coquimbo .
• Se divisaban aún
á
orillas del pueblo algunos piquetes de cabaileria enemiga
los que fueron dispersos despues de algunos tiros ds cañon.
• E n Martín Chico efectuaron su iocorporacion los blancos desembarcados en
Nueva Palmira, reuniéndose con la gente de Mootoro. En todo forma n como
120
hombres.
• Los invasores dejaron en el muelle dos carabinas, dos rifles
y
cuat~o
escope–
tas de dos ti ros.
El Coronel de Infante ria D. Belizario Estomba, uno de los
héro es de P aysandú, encontrábase en Buenos Aires desde los
pr imeros momentos de la invasion del General Aparicio, per–
seguido por su enemigos políticos de Montevideo. Habiendo
fr acasado la espedicion del Coronel F e rre r en las islas del
Unwuay, en la cual pen aba aquel j efe tomar parte, y produ–
cído e en e te ínt er la revo lucion entr e-riana, decidió el Coronel
E tamba incorporars e á la divi sion oriental que mandaba el
eneral 1ed ina en el ejército d e Lop ez
J
ardan.
emba rcó en el me de Junio con alg unos amigos para la
ciudad del Paraná, donde se encontró inesp eradamente con el
batallan inter vent0r del Coronel Ivanow ki, que con sus arma s
en pabellon e taba en la plaza principal de la ciudad.
En vi ta de e te contratiempo y con las mayore pi;ecaucio–
ne , separá ndose todo , emprenden la marcha por tierra dán–
do
ita n
1
pueblo de Togoyá, de donde ti enen que salir
ma · que de pri a por el recibimiento poco agradable que les
hizo
1
jef del p u blo oronel Tavarrito, que de confió en
eo-uida de la la e de fora tero que lo vi itaban. in pararse
ni un momento y ya reunido todo continuaron u marcha
precipitadam nte ha ta lo campo de Calá en cuyo paraje
tu ieron
1
uerte de encontrar e con el Comandante illa–
nu ' a que en aquello momento apre taba la artillería volan–
t que mandaba como jefe uperior· incorporándo e poco
de pue · al ener
1
Medina bajo cuya · órdenes se encontró