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Suscribir las estrañas exigencias de hoy, despues de lo pactado
ayer con
el Sr. Agente Confidencial del Gobierno del General Batlle, es
traicionar loS
propósitos de la Revolucion armada, en defensa de los mas sagrados derechos
del pueblo Oriental.
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No pudiendo, pues, proseguir una negociacion en la que, á todas luces,
se dá una interpretacion
torcida
al espíritu de la nota que debiera regir la
diiicusion de los puntos que ella envuelve,
;y
cumpliendo las espresas y termi -
nantes instrucciones, que, en este acto, ha debido hacer prácticas
la Comision
de que formo parte, he creido de mi deber declinar mi cometido antes que
prestar mi asentimiento á lo que no podemos, ni estamos autorizados .
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Agradezco á V . E. las consideraciones con que personalmente me ha
distinguido, y tengo el honor de reiterarle las protestas de mi mayor aprecio
Juan P. Salvañach .
PROCLAMA DEL GENERAL APARICIO AL EJÉRCfTO DE LA R EVOLUCI ON
Compañeros/
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Acabo de firmar el convenio de paz que viene á poner término
á
la lucha
en que nos hemos visto empeñados durante dos años de sacrificios.
• Me llena de satisfaccion que este acto, tan importante para el país entero,
haya merecido la aprobacion de todos mis compañeros de
armas, tanto
del
ejército que milita á mis inmediatas órdenes, como del que obedece
al
pa–
triota general D. Angel Muniz.
• Demostramos así que hemos pugnado
~on
desinterés y con patriotismo
para devolver al pais su vida regular, bajo el régimen de las instituciones.
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Si no hemos alcanzado la realizacion
completa de las aspiraciones de la
Revolucion, .no por eso
debemos de dejar de
felicitarnos de la
terminacion
de la guerra civil, que, prolongada por mas tiempo, traeria al pais desgracias
sin cuenta, creando para el porvenir mayores obstáculos que los que hoy pue·
den presentarse para llegar al fin anhelado de
la reconstruccion de la Patria.
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Debemos, compañeros, al Gobierno Argentino un voto de gratitud por
este feliz resultado.
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Pronto debe llegar el momento de la ejecucion del convenio de pai y el
de deponer nuestras armas; entre
tanto, y no obstante la confianza que nos
inspira la respetable
int rposicion del Gobierno Mediador, como garantía de
la ejecucion de lo pactado, conservémonos todos, en nuestros puestos, unidos
como hasta aquí, y cumpliendo estrictamente con nuestros deberes militares.
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Yo me enorgullesco, compañeros y amigos, de que nos sea dada la oca -
sion de presentar
al
pais una prueba inequívoca de
la nobleza de propósitos
con que nos lanzamos á la revolucion . En el convenio de paz celebrado, no
hay nada que sea personal, ni para mí ni para
los <lemas Jefes y Oficiales
de la Revolucion.