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" Imposible fué contener las fuerzas de estas
columnas con 300 hombres
de infanteria.
'' Las cargas de caballeria fueron
rechazadas por los cuadros de los colo–
rados con muy pequeñas pérdidas.
" Los informes que tenemos, aseguran que la vanguardia del General Mu–
niz perdió como 80 hombres y como 50 la caballeria de Aparicio.
" No se puede calcular el número de
infantes que se habrán perdido;
pero tenemos por cierto que los que mas sufrieron, fueron los de Amilivia,
que desplegados en cazadores ocultos de una zanja, estuvieron
fusilando á
mansalva los cuadros enemigos hasta que estos los cargaron á la bayoneta y
los obligaron á abandonar su posicion; pagando caro su arrojo y los estragos
que habian causado al enemigo.
" Oscurecia ya y la infanteria del Coronel Arrue
se retiraba peleando, y
hasta las
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de la noche aun se sentia el
fuego. No hemos podido saber el
resultado de esta fraccion del ejército, pero la verdad es que al otro dia de
mañana habia fuerzas blancas sobre los colorados á una legua del campo de
batalla, lo que prueba que no han podido perseguirlos.
" El 18 á las
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de la tarde estaban
los Generales Aparicio, Muniz y Bas·
tarrica (Jefe de toda la infanteria) con 800 hombres en el paso de las Tunas
del Rosario, habiendo otra gran reunion en este pueblo como de 400 hom–
bres, donde habian
llegado
algunas carretas del parque, un cañon y varios
carruajes de los jefes y oficiales.
'' No se sabe de jefes muertos mas que del General Medina que murió
lanceado-y los Tenientes Coroneles Aréchaga y Gorostide, muertos de balas
de cañon; heridos varios, pero el único grave el Teniente Coronel Porcíncula
Gonzalez, de ?lfaldonado.
HÁGASE LA LUZ
(De
El S iglo)
" Como es natural, h an corrido varias versiones sobre el suceso de San
Juan, no solo en cuanto al resultado de la batalla, sinó tam'bien en cuanto á
la existencia de un armisticio préviamente ajustado.
·' No seremos nosotros quien opongamos !obstáculos para que se haga la
luz, porque si bien hasta este momento nada hemos visto ni nada sabemos
que confirme la sospecha arrojada á la circulacion, de que la batalla se há em–
peñado violándose por nuestras armas un armisticio formalmente estipulado, no
estamos dispuestos á silenciar nada que nos sea desfavorable, ni dejaremos de
condenar con toda la energía de nuestra alma cualquier acto de infidencia prac–
ticado por los jefes de nuestro ej ército.
"
El Nacional
de Buenos Aires refiere los sucesos en los términos que da–
mos á continuacion.
" El ejército de la revolucion se retiraba hacia tres dias, esperando el estable–
cimiento del armisticio que debia establecerse
inmediatamente. La Comision