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mediadora encabezada por el Obispo Vera, esperaba en la casa de Ja conferen–
cia la órden para la ej ecucion del armisticio, debiendo marchar con la Comi·
sion del ejército ya nombrada.
" La demora que ocasionó la negociacion h izo que la distancia que separa–
ba á los dos ejérci tos se acortara, á punto que el 16 los ejércitos se hallaban
arroyo por medio casi á la vista.
" El 17 de mañana estaban encima uno de otro.
" El General Aparicio tendia su línea como medida precaucional y en la
creencia, como todo el ejército, de que la aproximacion de los ejércitos dejarla
ese dia, establecida
ipso facto,
la suspension de hostilidades.
" La línea de los revolucionarios se tendió por la mañana.
" El enemigo permaneció sin tender la suya y amagó por dos veces, avan·
zando en masa, pero se
~ontuvo,
lo que dió lugar
á
fortificar
la creencia de
que el armisticio era ya casi un hecho.
" Pero antes de las 3 de la tarde avanzó por tercera vez, iniciando la ba–
talla con fuertes guerrillas y en circunstancias que el ejército
revolucionario
no podia retroceder.
" El ejército revolucionario no tenia en línea sino
2800
hombres, pues
babia licenciado la mayor parte de sus divisiones por solo algunos dias, á lo cual
contribuyó el pensamiento de que la paz era evidente, y el propósito de es–
quivar todo derramamiento de sangre en esas circunstancias.
" Empeñada la batalla se hizo mas encarnizado el choque, produciéndose
escenas de bárbara carnicería.
" Dos divisiones de
los
revolucionarios salieron sin pelear, no siendo los
infantes que formaban en sus filas, mas de
450
á
500
h ombres.
" E l cañoneo por ambas partes fué terrible, pues duró hasta que la luz
del dia lo permitió.
" El ejército revolucionario ha tenido grandes pérdidas, pero creemos que
el del Gobierno ha de haber experimentado tambien algunas de consideracion,
como lo prueba el siguiente hecho:
" Aparicio despues de la derrota, es decir en la mañana del 18, se retiró
del campo de batalla á la Colonia Suiza, seis
leguas de distancia de aquel
paraje, sin ser perseguido por un solo hombre, lo que indica claramente que
no se hallaban las fuerzas del Gobierno en condiciones de completar la vic·
toria.
" Porcion de grupos se reunian en las inmediaciones del Rosario para bus–
car Ja incorporacion del ejército, y es indudable que reunidos á ellos las divi·
siones licenciadas, el efército revolucionario antes de ocho dias podrá contar
como de
3000
á
4000
hombres,
lo que prueba dolorosamente que la guerra
entre nuestros hermanos de la vecina República no ha terminado aún, apesar
de este golpe bastante contundente.>
-" Una circunstancia que ha hecho abrigar mayor confianza á los revolu–
cionarios, es
la mediacion del Gobierno Argentino que se inició inmediata–
mente que fracasó la de Osorio.
" Hemos visto copiada la nota que el Dr. Tejedor dirijió á los jefes de la
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