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Tramantando una cima, distingu¡ una luz tenue y lejana y le parece oir el

aullido lúgubre y apenas perceptible de perros que supone ser de una chullla (choza)

distante.

Sig ue marchando y

ya

percibe distintaente el

aullido de los canes; y la

choz a se destaca, ahora,

con toda claridad.

El granizo

~a

comenzado. Rodondos proyectiles de agua congelada durosJ como

piedras le hiereñ. el rostro

y

la pierna i'esnuda.

El

cansancio no

le permite ya

y

1

aúnq ue él no quisiera hacerlo, ti ene

que decidirse a dirigir sus pas os hacia la chujlla (choz" ).

Una jauría de furiosos perros negros,

horriblemente espectrales, con ojos

cor_...-uscantes

y

violencia espantosa, se le viene encima.

La tralla zumbante de su l!ti g o \zurriago) impide que los perros le destre_

cen y la furia de éstos arrec i a

~medida

que

.él e xhauto P=a.;:p_,e"'l'-'"-'""P"'a"- se acerca hacia la

choza.

Por fi n penetra al r ·edudido patio de piedras (ca.ncha) y los perros callan.

Nadi e de la choza sil enciosa, a cuya puerta se asoma, contesta a sus llamadas. Extra–

ñado del silencio, a t i sba el interior de la desmantelad a estancia y distingue dos

bu~ías

de sebo cvlocadas en el suelo, que arden languidamente, con llamas agitadas

por rachas de viento que penetran por la puerta.

La noche

est~

muy l6bre ga, espan• osa y fria y a la luz de un relámpa g o

acaba por ver muy claramente ,

entr ~

la s velas, el cuerpo de

un~

(ap el ativo des–

pectivo que dan al h >tbitante de la puna) difunto, tendido en el suelo.

Un estremecimiénto de terror le sobrecoje. Más comp rendiendo que, para

vo l ver pronto, colocando su muerto en el suelo y préndiéndole

ve l a s ,

los deudos han

salido en d emanda del auxilio d e .sus distantes vecinos entra en el lúgubre

y estre

cho aposento y,

acurrucado en una e s quina, comienza a

lientirs e de s fallecer y, por

la primera vez de su v1da, experl lllenta, en su pavorosa soledad junto a un cadaver,

algo asi, como agujas de hielo que le re·co11ren. el trayecto de sus nervi os que se ha–

llan en est udo de tensión extraordinaria.

Distingue al lado del muerto una istalla

(pañuelo de amarra r coca) y una

bo.ella de alcohol .

En la esperanaa de quitarse el susto con alcohol y coca, se atreve a

~~har

(masca r coca) y cog iendo la bote l la se atiza acelerados y abundosos tragos.

(HASTA AQUI LETRA PICA)

(DESDE AQUI LETRA SMALL PICA) Lle gado a este punto impo s ible no hacer

una aclaración de suma importancia sobre una f alsa etiu,o l og!a

que

i ntelectuales

de

posició n , q ue no se cuidan de investi gar antes de sentar concluciones,d i vulgan

en