-
4
-
piedra antigua, ídolos
y
amulet o s incaicos de piedra.
Cosa muy distinta :illay, verbo, brillar, corno, pac na illarin
1
comlmz a
a brillar el mundo, es decir amanecej illay, s us t antivo,
brillo,
cons ~ ela c i ón¡
porque
en quechua, por r 1;1,.z6n d e analogía a
lo qae ocurre en el español, e s muy usual sustan–
tivar el infinitivo de
los verbos con la sola di ferencia de que mientras en ca stella –
no el infinitivo .nunca se usa adjetivamente
y
es indispensable preponer al infinitivo
verbal un
C~.r & Ículo
para sustantivarlo; d el infinitivo amar, el amar, un amar (sustan–
tivos), en quechua el infinitivo sustantivado y aún usado adjet i vamente no vuría
y
b e1 sta el sentido de 1 0::1.
frase para distin guirlo con
toda precisión
y
sencillez ·:
allinmi MUNAY,
" es bueno
amar'~ -1
en q ue munay
es infinitivo;huañay MUNAY, "amor de
mue rte'~
modismo quechua por decir : " amor superlativo'' o e norme, en que munay
es susbn–
tivo; _!:!UNAY sipa s, ''amable señorita'; ot ro modismo, por señor1ta bonita, en que munay e s
adjetivo .
Segundo, porq ue el término o
vocablo s e conserva -repito -en el
departame nto de Puno, provinci a de Lampa, con l i g era
a d ulteración,
"~",en
vez de
-¡,1ari_",
como nombre sagrado o superst 1c 10so aplicá.d o al zo r ro.
Tercero,
final~rente,
porque es impos 1bl e que en el e ielo aus tral
donde, se gún
antigu~s
y tantísimos cronistas
,~orúa,
Cobo, etc), lo s primitivos pe
-
ruanos señalaron estrellas o constel aciones como representativas sag ra da s o
pro~ectore ~
de todos
sus an1males
1
se hubi e sen olv1dado del zorro, animal que por mil c unce !JtOs
ha merecido, merece y merecerá siempre atenció n preferente en la 112ntalidad del indí–
g ena peruano, como lo aprueban tantísimos cuentos fotklórico s del
Pe rú en que inter -
viene tal animal .
Desd e lue go, la respectiva constelación debe haber s ido muy distint a
de la de las pléyades a la q ue, ca si por n:Jlnia, s e han remitido siempre lo s
indios in–
formantes de los croni stas, no ha biéndo deb1do ser pocos los errores intenci onadament e
i n ducido s a éstos por los indios ; no solo po rque los vieron e amo a de s truct ores de s u
civilizaci ón
y
pro f anadore s
de su reli g ión, sino que alli dOnd e pud ieron l e s met ie-
ron gato por liebre por
t emor al casti go de sus mismo s dioses. El ind io, has ta hoy 1
es sumame nte t1morato de sus
~uacasJ
y
est am os se g uro s
q ue en la época
~e
sus tratos
iniciales con l o s c r onistas
tenían profun daDEnte arrai gadas sus c onvicciones reli g io s a s
y muy bien ajust a das a la teogo nía de la civilización q uechua o de los inca s, Hay
q ue con ocer el cará cter d el indi o. Hoy mismo proceden d(el mi smo mod o con los.!!!!.!.!.!.!..
(Mestiz os) y han de tener much o a fecto por el l os para conf i arles un secreto de sus
ritos superst1cio sos
y
ha s ta un s imple cuento
fol k l órico.
~~
pues, c on s ervado hoy en el de part amento d e Puno c omo nombre