HU.:inCA~O,
construcciones o casas. Este camino e calle, servía, además,
como linde de los barrios en que habitaban los ayl:os funda–
dores u "'originarios".
Conforme a las "Ordenazas" de Toledo, el famoso orga–
nizador y fundador del Perú, este pueblo de la Santisima
Trinidad de Huancayo, sólo liegó a tener su Cabildo en el
siglo XVIII, por no haber sido antes "cabeza de pu eblo". Esta
institución
de origen hispano e impuesta
a
los inrlios, estaba
compuesta de "dos alcaldes, cuatro regidores, un alguazil. un
escribano
o
quipocamayo", renovables cada año, el
1
o. de enero.
Los distintos ayllos que, más tarde. se convirtieron en
barrios, tenían terrenos
de
laboreo
y
pastos en zonas cono·
cidas. So lamente formaban un cuerpo para defender los in–
teres comunes. Los unia,
también,
la
religión
predicada por
los frayles, el idioma quec.hua, las costumbres ori¡¡inarias y
las impuestas, y la iglesia que era para todos. Pero, más
tarde, por emulación o rivalidad de unos y otros ayllos. se
erigieron las Capillas de barrios. Las capillas son, pues. hasta
hoy, seño
distintivo
y ca1·acterístico de los pueblos:.
En la erección del pueblo se tomó como modelo el tra–
zo de la ciudad española, incluyendo en el detalle hasta los
portales en torno a las plazas. Mas sí, las proporciones
fueron
más pequeñas;
las plazas menos
espaciosas,
las calles
más an¡;rostas
y
tortuosas,
ya
que los
indi os,
pese
a
la
ense~
ñanza, no
poseían
todavía la simetría de los trazos
matemá–
ticos
al
levantar sus casuchas.
Los sitios más pintorescos del pueblo, como los frentes
de las plazas,
fueron tomados, con el tiempo, por
los cspa ·
ñoles.
(Se~rú n
el "Derrotero-Testamento de Ferrer", 10 fue·
ron los peninsulares que se instalaron en Huancayo, en 1533,
poi" orden de Riquelme. Estos,
en
su unión con
las
india~.
ori~inaron
el mestizaje étnico, y luego al mestizaje de la arqui–
tectónica. flora, fa una etc.; mejor, el mestizaje cultural).
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