Los labradores
S. LUCAS
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malvados
Maestro, reprende
á
tus discí-
sí, díciendo: Si díjéremos, Del
pu1os.
cielo,
dírá:
¿Por qué, pues, no le
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Y él respondiendo, les díjo:
creísteis?
Os dígo que si éstos callaren, las
6 Y si dijéremos, De los hombres,
piedras clamarán.
todo el pueblo nos apedreará:
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Y como llegó cerca, viendo la acp.7.29. aporque están ciertos que Juan era
ciudad, lloró sobre ella,
profeta.
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Diciendo:
¡Oh si también
tú
7
Y respondíeron que no sabían
conocieses, á lo menos en este tu
de dónde.
día, lo que toca á tu paz! mas ahora
8 Entonces Jesús les dijo: Ni yo
está encubierto de tus ojos.
os digo con qué potestad hago
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Porque vendrán días sobre ti,
estas cosas.
que tus enemigos bte cercarán con bis.29.3,4
9
Y comenzó
á
decir al pueblo
baluarte, y te pondrán cerco, y de
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11
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3
·
esta parábola: •Un hombre plantó
todas partes te pondrán en estre-
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2
una viña, y arrendóla á labradores,
cho,
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1
•
y se ausentó por mucho tiempo.
44 Y te derribarán á tierra, y á
10
Y al tiempo, envió un siervo á
tus hijos dentro de
ti;
dy no de-
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l:rn.
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los labradores, para que le díesen
jarán sobre
ti
piedra sobre piedra;
c.,~·2t
·s. · del fruto de la viña; mas los la–
por cuanto no conociste el tiempo
bradores le hirieron, y enviaron
de tu •visitación.
e
1
P.
2. 12. vacío.
45
Y
' entrando en el templo,
!Mt.
21.12,
11 Y volvió á enviar otro siervo;
comenzó á echar fuera á todos los
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6
i.
15
mas ellos á éste también, herido y
que vendían y compraban en él,
11, 18.
'
afrentado, le enviaron vacío.
46
Diciéndoles: Escrito está: •Mi
i~:f.¡.
12
Y volvió á enviar al tercer
casa, casa de oración es; mas
o
rs.
56. 7 ·
siervo; mas ellos también á éste
vosotros hla habéis hecho cueva de
h
Jer.
7. u. echaron herido.
ladrones.
13
Entonces el señor de la viña
47
Y enseñaba cada día en el
templo; mas los príncipes de los
sacerdotes, y los escribas, y los
principales del pueblo procuraban
matarle.
48
Y no hallaban qué hacerle,
porque todo el pueblo estaba sus–
penso, oyéndole.
CAPÍTULO
20
díjo: ¿Qué haré? Enviaré mi hijo
amado: quizás cuando á éste vie–
ren, tendrán respeto.
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Mas los labradores, viéndole,
pensaron entre sí, díciendo: Este
es el heredero; venid, matémosle
para que la heredad sea nuestra.
15
Y echáronle fuera de la viña,
y le mataron. ¿Qué, pues, les hará
el señor de la viña?
16
Vendrá, y destruirá á estos
Y
ACONTECIÓ 'un día que, en-
iMt.21.
labradores, y dará su viña á otros.
señando él al pueblo en el
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2
i·~,
Y como ellos lo oyeron, díjeron:
templo, y anunciando el evangelio, 27-33.
¡Dios nos libre!
llegáronse los principes de los
17
Mas él miFándolos, dice: ¿Qué
sacerdotes y los escribas, con los
pues es lo que está escrito:
.
ancianos;
;
Snt. 118.
3
La piedra que condenaron
2
Y le hablaron, díciendo: Dinos: 22 ·
los edíficadores,
¿con qué potestad haces estas co-
Ésta fué por cabeza de es-
sas? ¿ó quién es el que te ha dado
quina?
esta potestad?
18
Cualquiera que cayere sobre
3
Respondíendo entonces Jesús,
aquella piedra, será quebrantado;
les díjo: Os preguntaré yo tam-
mas sobre el que la piedra cayere,
bién una palabra; respondedme:
le desmenuzará.
4
El bautismo de Juan, ¿era del kcp.I9. 47.
19
Y kprocuraban los príncipes
cielo, ó de los hombres?
de los sacerdotes y los escribas
S Mas ellos pensaban dentro de
echarle mano en aquella hora,
33