Jesús, la luz
S. JUAN 8
del mundo
Fariseos; y ellos les dijeron: ¿Por
qué no le trajisteis?
46 Los ministriles respondieron:
Nunca ha hablado hombre así
como este hombre.
47 Entonces
los Fariseos
les
respondieron:
¿Estáis
también
vosotros engañados?
48 ¿Ha creído en él alguno de los
quedó solo Jesús, y la mujer que
estaba en medio.
10 Y enderezándose Jesús, y no
viendo á nadie más que á la mujer,
díjole: ' ¿Mujer, dónde están los
que te acusaban? ¿Ninguno te ha
· condenado?
11 Y ella dijo: Señor, ninguno.
principes, ó de los Fariseos?
acv.
5.
14.
Entonces Jesús le dijo: Ni yo te
condeno: vete, y ano peques más.
49 Mas estos comunales que no
saben la ley, malditos son.
12 Y hablóles Jesús otra vez,
SO
Díceles bNicodemo (el que
bcv. 3. I,2.
diciendo: •Yosoylaluzdelmundo:
vino á él de noche, el cual era uno
e""·
L 4 • 9 ·
el que me sigue, no andará en
de ellos):
tinieblas, mas tendrá la lumbre de
51 ¿Ju,zga nuestra ley á hombre,
la vida.
dsi primero no oyere de él, y en-
d ~~-l
8
:¡
1
13 Entonces los Fariseos le di-
tendiere lo que ha hecho?
~
!9.'
15.
jeron: Tú de
ti
mismo das testi-
52 Respondieron y
dijéronle:
monio; tu testimonio no es ver-
¿Eres tú también Galileo? Escu-
dadero.
driña y ve que de Galilea nunca se
14 Respondió Jesús, y díjoles:
levantó profeta.
ecv.5. 3L
•Aunque yo doy testimonio de
mí
53 Y fuése cada uno á su casa.
mismo, mi testimonio es verda-
fver~
4f!i
dero, porque sé
' de dónde he
CAPÍTULO 8
~"¡~:
3.
venido y •á dónde voy; mas voso-
y
JESÚS se fué al monte de las
f.~~- ~
6
2~
8
·
tros ''no sabéis de dónde vengo, y
Olivas.
· ·
· á dónde voy.
2 Y ipor la mañana volvió al tem-
i
L e. 21.
15 Vosotros según la carne juz-
plo, y todo el pueblo vino á él; y
/c~.1~·_
4
7.
gáis; mas ;yo no juzgo á nadie.
ksentado él, los enseñaba.
kMt.26.55.
16 Y si yo juzgo, mi juicio es
3 Entonces los escribas y los
tcv.tG. 32.
verdadero; porque
1
no soy solo,
Fariseos le traen una mujer to-
sino yo y el que me envió, el Padre.
mada en adulterio; y poniéndola
17 Y en vuestra ley está escrito
en medio,
mDt.19. 15.
mque el testimonio de dos hombreS
4 Dícenle: Maestro, esta mujer
es verdadero.
ha sido tomada en el mismo hecho,
18 Yo soy el que doy testimonio
adulterando;
de mi mismo; y da testimoniq de
S Y en la ley Moisés nos "mandó
ni;;·~ng·
mí el que me envió, el Padre.
apedrear á las tales;
tú
pues, ¿qué
·
·
· 19 Y decíanle: ¿Dónde está tu
dices?
ocv. t 6.3.
Padre? Respondió Jesús:
0
Ni á
6 Mas esto decían tentándole,
"co.14. 7.
mi me conocéis, ni á mi Padre; "si
para poder
acusarle.
Empero
á mi me éonociesi:üs, á mi Padre
Jesús, inclinado hacia abajo, es-
también conocierais.
cribía en tierra con el dedo.
20 Estas palabras habló Jesús en
7 Y como perseverasen pregun-
aMr.I2.4L
•ellugar de las limosnas, enseñando
tándole, enderezóse, y díjoles:
' El
r R o. 2.
1.
en el templo; y •nadie le pre,ndió;
que de vosotros esté sin pecado, •
ev.
7 . 30 ·
·porque aun no había venido su
1
arroje contra ella la piedra el
tDt.
11.
1.
hora.
primero.
8 Y volviéndose á inclinar hacia
21 Y díjoles otra vez Jesús: Yo
abajo, escribía en tierra.
u cv.
1.
me voy, y "me buscaréis, mas en
9
Oyendo, pues, ellos, vredar-
~
4
¡
3
3
~
3
.
vuestro pecado moriréis: á donde
güidos de la conciencia, salianse
v Ro. 2. 15.
yo voy, vosotros no podéis venir.
uno á uno, comenzando desde los
22 Decían entonces los Judíos:
más viejos hasta los postreros; y
:zoco.
7.35.
"'¿Hase de matar á sí mismo, que
12