b,aoanal desenfrenada. Se nos ha dicho que la
pr~ctica
recibe la
denominación de ceccollo" (5O).
Asimismo, Víctor Navarro del Aguila ha recogido en la pro–
vincia de Andahuaylas, danzas de carnaval que, por la descrip–
ción que hace, derivan directamente del Cha Wasiña. Son las tres
siguientes, que a nuestro parecer son varientes de la misma: Sikco..
Uonakuy, en la cual usan un látigo especial llamado sikcollo cuya
punta "puede ser llana o con púas de cabuya, de alambres, cardas.
etc. . . El desafío es generalmente entre hombres de grupos o
ba<rrios distintos, más aún, entre rivales o sea entre mozos que
q~ie¡¡en
medir sus fuerzas;
el
latigazo hay que darlo en la pierna
c;lesnllda, una o varias veces, según pacto. La lucha se suspende
sólo. a instancias del grupo o de las mujeres de los contendores . • . •·
Kca!aschanakuy que se parece a la anterior de la cual se distingue
poli el arma "el kcalascha que es una cuerda de cuero o de pita
c::Jll.e· remata en una superficie plana· de forma triangular
ordinaria~
mente, que tiene en ambas caras púas de metal o simplemente del
mismo material; con él hay que darse duro en las piernas, dos o
tres veces, según pacto, siempre con movimientos rítmicos . • . •'.
Paki, en la cual los luchadores hacen figuras especiales
y
deben de–
mostrar "no la destreza en el manejo del arma, sino la de dar
golpes certeros en un punto vulnerable del muslo para inutilizarlo
po~
varios días. El paki se concierta entre dos grupos, los cuales
eligen sus hombres o éstos se prestan voluntariamente; antes del
combate singular, los grupos van acercándose uno al otro con can–
ciones de desafío directo o indirecto hasta juntarse
y
confundirse ;
en este momento se hace gala de cortesía. Luego se hace rítmica–
mente un ruedo humano, saltando en la arena. uno que llama al
"más fuerte" del grupo contrario. Frente a frente, tocando sus
instrumentos, conciertan la lucha y cambian de un sitio a otro con
pasadas de gesto viril, hasta que uno de ellos presenta el muslo
para que golpee el otro. Cuando el golpe ha sido recio y certero,
el agredido tiene que dar su vuelta rítmicamente y arrastrando de
verdad o simulando, una pierna. Rehecho del golpe, cobra en el
otro que tiene que esperar tranquilamente al son de la tinya
r.J
de
la kcena . . . ". (
5
1 ) .
(50 ).-La vida sexual del indígena peruano, p. 74.
(51).-Pukllay Taki en "Peruanidad", No. 12, Lima, enero-febrero 1943.
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