eran simplemente trofeos de guerra ( 4 5), de modo que la áfirma–
ción de Nordenskiold sólo puede admitirse como hipótesis hasta
que el punto se haya dilucidado por completo.
Fuera de est9s juegos que tienen entre sí cierto parentesco
o pueden ser variedades de uno mismo
y
que sería preciso estudiar
detenidamente a fin de buscar la correspondencia exacta entre los
nombres quechuas y aimaras, encontramos el siguiente que, a nues–
tro parecer, tiene también sentido ceremonial.
CHA WASIÑA
Bertonio escribe: "Juego bárbaro en que se sacuden unos a
otros los mozos divididos en bandos
y
se lastiman muy bien,
y
en"
cada pueblo tienen día señalado para esto" ( 46). Usaban en él
una soga de nervios que tenía el mismo nombre del juego.
Debemos advertir aquí que los indígenas peruanos tenían
gran afición a azotarse . En las fiestas del Warachicuy los padres
y
parientes que asistían a ellas, en determinados momentos azota–
ban los brazos
y
las piernas de los pretendientes con las hondas
que llevaban diciéndoles: "Sed hombres de bien y valientes como
nosotros,
y
recibid esta virtud
y
gracia que nosotros tenemos, para
que nos imitéis ... " ( 4 7}. Y Garcilaso dice: ··heríanlos áspera–
mente con varas de mimbre y otros renuevos en los brazos y
piernas" ( 48).
(45).-Esta hipótesis se la hemos oído formular al Dr. 1•'ortnnato L. Herre–
ra quien escribió algo sobre este tema en una revista de Lima que no · nos ha
sido posible consultar. Si mal no recordamos, basaba su hipótesis en lo que
refieren los cronistas acerca de los regalos que Atawalpa envió a Pizarra
estando éste en camino hacia Cajamarca. En efecto leemos en ''La conquista
del Perú'' que entre los presentes venían ''dos fortalezas muy fuertes hechas
de barro" y en la crónica de Francisco de Jerez: " . . . Atabaliba le había
enviado desde Caxamalca para le traer aquel pr esente que eran dos fortale?:as
.a manera de fuente figuradas de piedra". (Biblioteca de Cultura Peruana: Los
Cronistas de la Conquista, pp. 310 y 39).
(46) .-Vocabulario de la lengua aimara, T. ÍI-pág. 68.
(47).-Bernabé, Cobo, Historia del
Nu~vo
Mundo, T. IV, pág. 93.
(48).-Comentarios Reales .. . Pte. la. Lib. VI, cap. XXV. Gutiérrez de
Santa Clara corrobora estos datos, di ciendo que con varas de mimbre les
dab~n
azotes en los brazos y en cada pierna. Historia de las guerras civlle-; .. . T.
II.I, cap. LXIV p. 556, y Betanzos dice que le hacían tender los brazos -al
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