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1899,
hasta el Ministe¡•io de justicia e lhstrucción Pública, pasando por el
Colegio . Histórico del Uruguay, la Escuela Normal de Paraná, la -Universi–
d~d
del Litoral, Cursos de Extensión Universitaria, Conferencias Públicas,
etcétera.
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. Doy testimonio de mi actual adhesión
~
los propósitos del Señor Mi-
nistro de Instq.tcción Pública ocu·pando esta ·cátedra, qu e la empeñosa y
entusiasta Dirección <;i e este lnsHtutQ me ha ofrecido, para poner en claro
o despertar la curiosidad de la s alumnas sobre algunos antecedentes cle
la formaci-ón de la nacionalidad argentinq, cuya influencia, en lugar de·
· perderse o atenuarse con el tiempo y la concurrencia de otros factores
ex·óg.enos, parece reavivarse de día en día. Las culturas aborígenes, pre–
colombianas, que actuaron en el vasto territorio del Virreynato del ·Río
de la Plata, dejaron sus huellas que nadé\, ni nadie ha borr-ado, ni podría
borrar, y en consecuencia, es muy valioso, para bien plantear y bien re–
solver nuestros problemas nacionales, saber !o más aproximadamente po–
sible, cuáles son y cómo eran esas culturas, en qué radio y · profundidad
actuaron , donde están y en que forma se manifiestan los signos de su
gravitación en nuestra estampa nacional. En este curso me referiré so-
-lamente a la vieja y prestigiosa cultura o civilización que floreció en el
. Vi.ejo Perú, liamado
el
Tahuantinsayu,
que quiere decir la• Unidad de
las Cuatro Regiones, lo mismo que la palabra vascongada "Lau-rac-Bat",
"Cuatro en uno", que comprende a las cuatro provincias vasco-españolas
de Guipúzcoa, Alava, Vizcaya y Navarra. En el Viejo Perú, esas cuatro
regiones se contaban desde el Cuzco y se llamaban:
Anti-Suyu,
región
de los Antis que dieron el nombre a los Andes;
Colla-Suyu,
región de
los callas que habitaban en el altiplano y comprendía
el
Sur del Cuzco,
desde el lago Titicaca hasta parte de Chile y Argentina; el
Chincha-Suyu;
región de los chinchas, que habitaban hacia .el Nor-oeste de Cuzco sobre
la costa ; y el
Cunli-Suyu,
la región oeste del Cuzco hasta el mar Pa–
·cífico.
Y es oportunidad, la presente, para conversar de estas cosas, porque
entre los años
1933, 1934
y
1935
se cumplirán tres tetracentenarios de
acontecimientos importantes para la historia del Perú
y
de América:
1
1.
0
la caída del Grande Imperio de los Incas, muerte del Inca Atahualpa y
asunción del dominio, por conquista, de España, en Cajamarca el
29
de
;-~uviembre
de
'1533; 2.
0
la Refundación española del Cuzco por el ,con-
. quistador don Francisco Pizarra el
23
de marzo de
1534
,y
3.
0
la iun_da–
ción de la Ciudad de los Reyes o Limé!¡ en
18
de Enero de
1535.
Estar~mos
más cerca de Ía Ciudad del Sol, del Cosco o Cuzco in- .
mortal, en estas horas evocadoras si reavivamos con' simpatía el recuerdo
de su vida pre-colonial, centro de atracción e irradiación valiosísima, en- ·
tonces, por la fuerza de su autoridad metropolitana, conquistadora y por
esa acción que perdur¿;¡. y trasciende, a pesar de los cambios políticos,-.
económico.s, religiosos
y
sociales, en
lo~
centros donde la familia huma–
na desarrolló y consot.idó una intensa cultura.
.
Rastros de la acciÓn incaica en ta Argentina
No sólo el quechua se habla en extensas regiones del país argentino,
cofuo Santiago del Estero, Tucumán, La Rioia, Catamarca, Salta y Ju-