LA CATEDRA
alg•ui·en que p.ueda ser poten te, qu•e pue–
da ser M!!cLre v•erdaJdera,
y
po•r
e~o
el 001ro
continué:
"A q·uién dulce M!!dre
pod•r·án o.owrrir;
v•uestros lirist>es hijos
.a quién, simo a
T.i ....
?"
Y
el puebLo q•we sen•tía esa necesidad;
el pueb•lo qwe P·Or f¡n hrubí.a visto a su
M·!!droe; con ruaento de
sruti~f.acció n ,
de fe
y
de cO'n·su·e1o, seg•uidrumen-re coreó, repi–
tiend·O:
" A
vuestrr-os pi·es, M!lldre,
¡,~ega
un
infel~z,
oercad.o d·e
:an
gu.sti.a&,
y d·e
pen.asITIJirt."
Hu·el·ga deoi•r qure !·as paLa•brr.<S de sa–
ludo e ntom:oes p•ro·ntUnci·ad·ais con igual fer–
vor pa<r·
en
P. SoHs, l<tegaron
al!
cora-zón de
cada uno y
a.rn!!noanon sruntos ·J}ropósitos
para honrar debid.rumente a Miaría ·en su
Oor.onació.n wmo a R·eina de Copaoabana.
El
Santuario
Much•os Jl.egábamos a ver el renom–
brado Samtmanio d·e Oopruoalbruna diesd.e que
fuímo~
1niñ•os y •rleoO<nociendo Jos !!ntiguos
muros y los anti•g>u·os oLaustnos del Con–
ven to, n
()S
haiJ:J.aJmo.sm uy orum!
}i.adoo ;
¿
por
qué? Un.a mano extPañ•a, a·unque con
e~l
corazón llen•o de . b·wen-a f,e, hizo p:repa.rar
·0001
d<ebida a•nticipaciórn el siti·o don<d.e de–
bía reaJI-izrurse la dlliosi•ca ·ceremonia d1e La
ÜC>OO)lación; paro ello Oomités de diversa
índ oO!e fu:e¡ron nombnaJdos y prO'olarrn•ados;
y no soy yo, qui·en he de juzg>rur d·e l·a a•c–
tu.aoi ón .de ést(}S y de los ot.r-oo; tanto me–
•nos, ourunto que y.a en el
p.re&tigioso pe–
riód.ico 'B! Di·ruri.o", en su •edición del 6
de a.gosto de
1926
se h!!
b.lólrurgamente del
aswn.t·o. El hecho es que
e;!
Cama•rín no
·era
el
de antes y la· Iglooia ·ootaba cambia–
da ; )}ara los que no la o()ln:O'oieron antes,
65.
prura los q•u.e no pu·dileno.n apreciar los ·
cuadJr.os q.ueen otno tioempo existían alH,
cioerta,mente
el
arPegio estaba bien hecho;
.pefo.nmas, .ad·onnos, pin<turas y aseo, eran
los
traJbaj.osq.u¡e a l·rus dLara.s se des taoa–
ban .y el templo gmmdi'oso estrubá bi·en .Pr•e–
sentado.
Las
Salves
Desde
¡¡qu~e>lila m~che
memo ra'bJ.e d·e .
J.a
-~J,
eg.ad•a,
no fa!liba!'on loo devo•tos que
si–
guiend.o •po.puq,a¡r¡es tna;dioi·ones se
h ider~n
cant·ar un.a saJve a los pies d,e J.a
v.ener.an–
d•a Ima.gen. Bl Sacerdote, revestido con ca–
pa p'iuvi-al sallí<a aJ .ruJna•r donde en tono
más
bien tntdici•on.ail que 'i:itú,rgico, ent{)–
n·a•b•run "saav.e" y ·era conteiS>tJado con los
dlásioos "k'ochus" de acent.o•
entenne~d.Oir
r
melan•có'lico, •O()!n ·armo,ní<rus d•e La tie–
nra que d.esper11a·b·a;n
J.osmás oruros sen ti–
.mien·tos d1el oorazó<n.
Cómo n•o
sent.ir.seco¡nmoiVido en a–
qweDlos instan tes en q·ue a >la
melod~a
d·el
p>aís, se. uní-a el ambi•ente pr·OIJlici·o p!llra
un·a conversión
y
un arrep.entimiento;
mi.entras se ·desen•g>arz¡aJlJ,an 'las n·otas
y
Hen:a.banla& bóv·edrus d·el t·em.pil·o oo·n
pal:~,br-as, ora de Misteza y amargura, como
cuando daeíoan
"T·odo lleno de trillibajos,
v·eng¡o, SeñoPa, a tus p·JantaJs;
M·adr·e d·e Miserioo.rdia
C()ITisuela. mis tristes ansias"
ora con ex,presio-n'es de al<eg•ria, aJ excJ.a–
mar C()!n piedad:
"Vu,estros oj-()ls matennales
alhegfnan ITTlJi conazón ;
dadme Vos la gPruci-a y gloria
con vuestra ben•ctioión."
Y si a todo esto
.añadimo~
pO'r mo–
mentos lo
exp~esiv·o
del lenguaje nativo
aimana, no tendnemos J}aJlabr.rus pana des–
cribjr las ·escenas de pied·ad y fer.vor aJlí