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Ella•rgo ~c~min•o
que •oond•woe del mue–
lle a la
p~aza
p.rincipal se hi2io con las mo·
Lestia·s que les son prop¡ñas, d.e fa tilga y de
polvo, a·iguna que
otr~
manif•estación po–
pulrur y un•a charla
anim~da,
dis im'll•l·a<ron
la monotonía d·el· mismo h·asta
bleg·~r
a la
pla(La p.rincipa'l, convertid.a en elegante
. parque. por
ob·~a,
gracia y
lein
tusi.asmo d·e
un Regimiento de grató recuerdo, que
.pasó por el
San tu~rio,
en momentos de
:
feticid,rud
p~ra
éste. Aquí ·los
peregrin.osco–
men2iar·on a rellar ooreand·o a
'lru
voz del P.
1/api•a, fami'liar de S.
l.,
quien fué invita–
dO' prura eil'lo por personlas d•e ent.usi•asmo.
J..,os
~legres
repiq•ues de oampa n•as so–
focaron [.a
VIOZ
d·e ·Fos
pe~eg.rinos
por un
momento; éstos con mayolr
entusiasmo,
desdJe el a.tri.o dJel templo, comenza:roro a
•cantar: .
"A.
vuestros piies, M·a.drc,
l<lega un
i·n ~eliz;
cercado
dJe
an.gusti.as,y de
pen.asmil."
Las •mt'!Lruncóli
o~s
a•rmon ías d.e es
re
canto popul•ar ·enternecñeron a más de
ll!l1
corazón y todos conmovid·os, se !)Ostraron
d·e hi·noj-os ante la milag.rosa y venerad·a
lmlagen de la Virgen de Copa.oabana.
La
Imagen
¡Cuán tos r.ecuerdos y cuán tos senti–
mien.t·os d.e aquelbba hora! Nuestra Patro–
na, Prot·ectara y Rein.a, ·esraba aHí, en su
tr-pno de glaria, en •el mismo, d·()nde había
sido venerada por tantos años ;
~quién
no
se
conmov.ióa su vi·sta ?; quién , en su pre–
senci.a,''no dirramó una
tlá~rima
reo()rdan–
d·o a
J.osa•usentes
y
querid1os seres? ; año–
rando honas de f·el.icidad y lloran do por
desg.~a'cias
quizá ya e nb0noe5 adivina.das
por <ell fiel C()razón ; todos rezaban, tod·OIS
ola~maban
a Mmrí.a, todos srul·udaban con
el
glorioso títUJI·o na:oion!ll dJe
Copaoaba.na;y ella parecía que desde su trono, a to-
LA CATEDRA
dos mioaba con ojOiS d·e piedrud y d•e mise–
·ricor.dia; ·en
concier.toencruntador d·e fe "y
vida cr-isüanla, .a•lternand.o
~~
aristocrática
pereg.rina con la indiecita d•el •lugar; to–
dos también
c~ntaron
fervOJrasos :
"A vuestrlo,s pi·es,
M·~dr-e,
l<Leg¡a um infeiliz;
cer.cad·o de •angustias,
y de penas mil."
Infelices tod·os, ante las
pl~ntas
de
M.aría, pa·recí·a que a
la
imruginaJción de
ca.dauno, se agodpruba a los recuerdos d•e
ta:ntas, de mil penatS sufridJatS y Uas
~ngus
tilas de mi.! horas pasadas, por est<l
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cán–
bi·oo se hacía más f•erv.o.¡-oso y más sen ti do,
sentid·o en 1o íntimo d·el a•I!Tlla.
Y
oua.nd·o
¿
en
t~es
recuerdos y sentimientas aJbu<n-
daba' el alma piad•osa, una voz potente y
sóno.ra,al propio ti•empo que ti.enna y su–
plican be, se elevó p·o.r encima d'e las de–
m
á~
y en.tonó:
" Bscuchad benigm•a,
beih1a Abigail,
s us graves d·elitos,
su penru y sentñr."
Aquélla prurecia la VlOZ d•e la concien–
ci,a de cad:a uno; •los g.rrev,es del·itos, Jras
. fa!ltaJS, los
error.esde La vid.a·; todo, todo
v.enía a oonturbatr más el espkitu y arran–
cruba con pasión d•e
ferv.orel grito supre–
mo d·el infeliz, q·ue p;de ruux¡li·o
y
socorro
"cercado die angust.i·as,
y de penas mi.!".
Y no po.día ser de otro modo : ,Jara
1antos pF.I
:tegrin.osde diversas cundicio nes.
y
esn~do~
atlí reuníd·os; para tojos los ca–
tóLi vOs ¡;resididos por su Prelad a, tatmbién
suplioantes,
y
qu·e entonces aún no
p~
veí·a las
ame~rgu ::as
y el calvatrio
~or
el que
iba a pa,ar,
p~1:•o
que sentía
~obre
sus
hombros el ¡;eso
d ~
la
C:~z Epis:): ~~~. "·~
d·ejFJba sEnti r !a n':e3idad
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r. :urrir a