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admitamos la primera sílaba de la palabra
piki
como derivada
del pi (boca) hebreo, todavía quedaría por explicar el origen
del segundo elemento
ki
y de la
d
latina en findere que él
quiere tambien arrimar al hebreo, mientras que los filólogos
la deriban muy naturalmente del ariosánscrito
bhid,
partir se·
parar.
Nigu.a
vendría según él de
nagae
entrar o introducir etc.
Otra vez nos sorprende con el diptongo
ae
extraño al hebreo.
Omito este agregado oscuro y me quedo con naga. Consulta·
mos su diccionario bajo los que él llama raíces hebreas
Ng;
Nce
y
Nqb.
En lenguaje incoherente y oraculoso mezcla una
cantidad de etimologías a cual más atrevidas y nos manda
buscar la raiz
nacc~c
sin decir donde está, pero al fin con pa·
ciencia y poniendo mucha buena voluntad encontramos bajo
Nce
la perla
nagac
que vuelve a mandar buscar sin decir don–
de. Llego al fin a la raiz
Nqb
donde aparece
nagag,
pero no
nacac.
Ahora, para el que sabe bien el hebreo, la enigma
tendl:ía tres soluciones: o se refiere al hebreo nacah (trans·
cripción usada entre los filólogos) que se escribe con las le·
tras
nun coph he
y significa herir pegar, matar; o bien se re·
fiere a la raiz naga (con un
etyin
como tercer letra radical)
que significa tambien pegar y tocar; o finalmente pensó en la
raiz caída en desuso
rw.qctq
que los hebraístas arriman a
naqab,
perforar. Pués bien, de toda esta mezcla confusa todavía no
saco en limpio que
nigua
puede derivarse del hebreo y ser
emparentado con el latín
necare
que los filólogos ponen en
relación con el ario
nek,
el sánscrito
na9yati
y el griego
nekys.
De paso observo que la palabra oscura "pan , del texto del
p. Nossi debe ser pene.
En cuanto a la derivación de
chaki
del hebreo soq (que en
árabe es saq y significa en las dos lenguas pierna) que el p.
Nossi deja al criterio de los lectores hebraístas a adivinar,
porque no la explica ni en las notas del texto, ni en el dic–
cionario, no me parece mejor acert¡¡,da que la misma trans–
cripción de la
sin .o schin
hebrea por la
eh
castellana.
Agregando ahora que debalde he buscado en toda la obra
del autor, tanto en las notas del texto como en el diccionario,
por lo menos una sola etimología que tenga un asomo de
de acierto
y
plausibilidad y sea hecha cou criterio filológico
moderno y no de mero poliglota aficionado a la antigua,
m~