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LOS· CRONISTAS DEL PERU
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apellido por'
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mayorazgo, igual que Fr. Buenaventura. Nos ihclinamos a
creer esta última opinión y esperamos que· algún ·día se aclare..Fray Diego
nació en
1591.
.• .·
. Ingre$Ó muy joven a la orden franciscana,
e~
el convento máximo
de'
San
Franci~co
de Jesús de Lima; llegando 'a ser predicador, maestro de novi•
cios, g'l.Jardfán, ;notqrio , apostólico y cronista ds su provincia religiosa; La
:vid~
de Fr. Diego. discurre apacible eri ·la· gran calma colónial del siglo 'XVII
y en el boato de la Corte Virreina! limense, pertenecient. ea ·la época de, la
dinastía de l0s Austrias. ·
"
Con Fr. Buenaventura compusieron 'el Memorial ci.e las Histhrias del Nüe–
vo Mundo. Pul5licó la "Vida de Fr. Francisco
Sola~o"
(Limá
•1630,\
·Madrid
1643).
Por o:rden del arzobispo Villa:górri,ez,
~scribió
'un lib¡o titulado "Tea- ,
tro de la
Sa~ta
iglesia Metropolitana de la Ciudad de los Reyes" en
1649,
llq,- '
inada también "Monarquéa Limense", contribución valioso a la Historiá Ecle–
siástica .Americana.
Como notario apostólico, envió información detallada de los servidos dé
los franciscanos en el Perú
(1638),
y la ·vida de religiosos célebres en vi:r;tud,
cómo ,Fr. Juan G6mez, Fr. Andrés Corso, ' Fr. Francisco Ruiz e Isabel de Po-
•
1 .
rras, Abadesa de Santa Teresa.
.
Su obra principal se titula "Corónica de la Religiossisima Provincia de
los Doze
ApóstGl~s
del Perú'', dispuesta
~n.
seis 'HbliOs, impresa. donde Jorge
L6pez de Herrera, Lima·,
1651-.
La cró:iüca franciscana aludida es' de· la pro–
vincia llamada de los Doce Ap6stolks, porque según la tr.adición fuerdn doce·
l:os primeros frailes que
pot
primera vez viniemn al Perú,
fiiand~
su sede
.en Lima, que fué ·cabeza de esta Provincia matriz y que en un principio abar–
có todc¡. la América Meridional. Más tarde; en lo que .se refiére al
Vi:r~einat0 /
4el Perú, divicÜ6se en
do~:
la de los· Doce apóstoles, que' Q.barcaba el Norte
del Perú
y-al.
actual Ecuador, hasta Quito inclusive¡ y la
d~
San Antonio de
los Charcas, que sé extendía por todo el Sur y el Alto Perú, ,desde HU:amanga
' ha.Sta el Tucumán
~y
los salvajes chiriguanos y moxas de Santa Cruz de la
- Sierra, cuya . sede era el
Conv~n
to ·
~áximo
del' Cusco, que tuvo su
-cr~nist~
espacial cqrrio luego V'eremos.
.
Fr. Diego de Córdobet adolece del vicio de estilo de su epoca; ':Morali–
zador" con tantas disgresiones que indigesta y cansa, aunque menos que
Calancha, por ser también rilenQs gongorino
Cl
gcmgorizador. que éste. Al
lado de -hermosas virtudes y santas vidas que edifican, hay detalles muy frai-
'
'
.
'lunas, a lo Fr. Gerundio y mojigatos, que causan rica por su ingenuidad, pero
que dan idea
clara~
del ambiente de su época. -
,
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· ' Aparte de ello, trae r;totidas de la vida incaica, aunque no
~ovedosas,
mostr~ndo
influencia preponderantemente garcilasiana; descripciones elegan–
tes y breves del Perú, Tierra Firme y Chile, sobresaliendo en su muy bueno
de¡scripdón, de Lima'.
•
.
.
Quizás en lo que es más interesante es en sus relatos acerca de las· ex–
. :p¡ed.icic:mes de los misione:ros
fran~iscanos
a la selva amaz6nica, la descrip-