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LOS CRONISTAS bEL PERU

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secretamente su asunto a dos compañeros de viaje de Hernarido: Cristóbal de

"Mena

Y

Juan Tellez, dándoles poderes secretos para que los hicieran. valer

ante la. Corona en caso de traición de Hernando.

Eleétivamente, Hernando Pizarra, lejos de reclamar la gobernación a Al–

magro, lo acusó y calumn1ó, saliéndole al paso con enterezé. y valentía Cris–

tóbal de Mena, alcanzando de la Corona la G0bernación de la Nueva Toledo

para su poderdante y enviándole traslado de dichas provisiones reales. Al–

magro, noble obn sus amigos y desinteresado en ésta y otra ocasiones, es–

cribió carta a Juan de Espinaza, quien sólo

habí~

dado ·a sus apoderados

2000

pesos,

lamentándos~

.flO

haberles dado más porque "teniendo respecto a lo

que por mí han hecho, es justo que ganaran dinero conmigo y no que los

pusieran en su casa, como todos ellos me escriben"

1

en carta de 18 'de no–

viembre de 1537, Mena elogia siempre la buena fe de Almagro, en esta épo–

ca de rencores, traiciones y asesinatos. En este punto estamos en franco des–

acuerdo con Porras Barrenechea, quien trata siempre ·de denigrar a Almágro

por exaltar a Pizarra. Después de esta actuación se pierden las huellas de

la vida de Cristóbal de Mena.

Don Raúl Porras, en su obra ''Relaciones Primitivas de la conquista del

Perú, reproduce ínteg¡;a la Relación del llamado "Anónimo Sevillano

d~

1534"

y,

haci~db

un estudio d:ítico, deduce lógicamente que el "Anónimo"'no es

otro que

eJ.

capitán de la conquista don

Cris~óbal

de Mena. Las razones que

justifican esta aseverac¡:ión son: a)

~e

está probado

cómo

v~ínticinco esp~ño­

les pidieron licencia para regresar a España después del reparto del botín

1

de lCaJamarca, entre ellos el capitán Mena; b) que Mena tomó parte de dicho

botíh y quedó descontento) de la cantidad que le .ocupo y, en la Relación del

anónimo, éste se (rueja de dicha parte, calificándola de injusta y despropor–

cionada;' e) que aún reclamó el resto del oro que estaba por llegar a Caja–

marca, y en la obra se dice cómo fué a España antes de que esta parte lle–

gara; d) que por cartas de Espino;z;a, desde .Panamá al Rey y a otros, éste ma–

nifiesta qú.e Mena lleva "relación" de lo descubierto y conquistado en el Perú

y que a-6n alborotó al vecindario de

Panqm~

con sus noticias y equipaje; e)

que Mena llegó a España antes que el propio Hemando Pizarra y que Xerez.

Rebate ·también con razones, la opinión que el anónimo no fué Xerez ni Es–

tete, en

co~tra

de las opiniones de

V

edia y Means. Por consigUiente, el anó–

nimo sevillano no es sino Cristóbal de Mena, y su obra viene ·a ser la

primera

Crónica

de la Conquista, pues se publicó en Sevilla eri

abril

de 1534, mientras

la cr6nica de Xerez se publicó pasado

Junio

del mismo año,. siendo la prime–

ra una crónica particular y la otra oficial.

Haciendo crítica de la crónica sevillana atribuída a Mena, con todos los

visos de probabilidad, el pr. Porras dice: "Es la más fresca y espontánea de

todas, la que gÜarda más fiel

e

intacta los sucesos de Caiamarca";

y

agrega:

"Pero lo que más interesa es e:ri el

reflejo del ambiente de la E:onquista,

más

palpable en éste que en ningún otro reLato. Indios y españoles son menos

convencionales: se siente el choque de las dos razas, tal como

fué

y no se om-1