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JULIAN SANTISTEBAN ÓQHOA
·Habla cl'e las costas meridionales de Panamá; por él
p~bladas
y
descubierta$¡
.relata las .expec;l.iciones
d~scubridorCI!s
d;e Balboa, ·Ped.rai:ias¡ Nicuesa,. Córíil:oba,
etc., de su
fia0~sada
expediCión al
Per~;
de los preparativos de Pizarm
y·
'los
suyos y '.del ·resto de la
co~quista
peruana hasta la guerra civil entre los des
'
1
r
\
/
'
•
socigs, favoreciendo en su ;crítica 4e manera muY, noble
a,
don Diego de Al-
magro, aunque no·
lle.gaya a ·relafq,r la muerte de Pizarto. La relacipñ de Pas–
cual de
And~goya
Úene partiClllar interés en lo que se refiére al
d~sclibrimien·to del Perú
y
a sus antecedentes.
..
CAPITULO XII
\
CRONISTAS PE LA CONQUISTA '
\
.
.
34.-Crist~bal
de
Mena.-Qtiien mei?r se ocupa de nuestro biografiado y
de
1
su obra es Porras !Barreri.echea,
a
quien .nos remitimos, sobre todo pot su
'
,.
labor de reivindicarlo· en la paternidad que· le atribuye .del conocido códice
.
'
.
.
'
titulado "Anónimo .Sevillano de
1534".
Posibl:ement~
·Cristóbal de Ména fué uno de tantos aventureros
ca~t~lla
hos :Husionados
~n
la .quijotesca empresa de descubrir lqs ·eldorados
d~
In–
dias, pero rio en c'alidad c;l.e simple soldado
1
pues ya era capitán cuan:d6 arri–
bó al Perú y hombre- de much'a •consideraciÓ'n 'entre lo¡:¡ conquistadores.
A Mena se le llamáha también Medina, y hay cuatro de este apellido que
pasaron a América entre
1510,
a
1513;
uno de
ell~s
es .hiio de Diego Sárichez
de Medina y
~e
doña
In.és,Alonso, natural de Medina del Campo,. a quien.
se identifica como nuestro cronista.
f
Jtstuvo en· Centr.o Amériéa y Nicatag-¡qa
~n
1526,;
al servicio de Pedrarias;
ien .el tercer viaje de Pizarra,
1531,
Mena es uno de los caP,itanes
principa~e,:;¡·
'
d~
la
exped~ción
y
·el más
consid.er~do.
, Se le ve como uno de los ±nás va–
lientes e intrépidos, a la ,par ciue codicioso y
h~sta
usurario; Al principio, él
es un seciundo jefe de
Pi~arro
hasta qlie ¡legaron a Puerto Viejo y la Pun&
los capitanes' Hernando de Soto y Bena1cázar, dueños de mayor cultUra y
prestigio, pasando entonces a segtindo plano¡ sin eml,;>argo, en Tumbes
fi–
gura- como
un~
de los'iefes de 'desembarco, 'burlando tqdos los peligros: . En
'el
repart~
que se hace del, cuantioso "rescate"
d~
Atao Wallpa en
Caiamar~
ca, tocóle
83.8Ó
pesos\de 'oro y
336
marcos de plata, inferior 'cantidad que la
dada a ·sotd y Benalcáza-, y tambión
a
otros inferiores a, él. De
ahí
su pro–
teqta por
la
iniustis:ia del reparto y :su
decisión~
de regresar a 'la Península¡.
:para lo cual solicitó
y
obtuvo el permiso del gobernador Pizarra.
· "
Pero antes de retiratrse . de ·Cajama:rca, ..Mena.
r~c~b~
una comisi6n difícil
y; delicada .de parte de don Di:ego de. Almagro. Al mardhar Hernando
Pi~a~
~ro,
con los quintos del
R,ey~· pa~a
España, Uevaba la_
comis~6n
oficial de ges–
t~onar
una gobernación para ,fl.lmag¡;o. Este desconfiañdo, fundadamente; d:el
futuro
verd~go
suyo
y
del hombre
má~
intrigante del momento, encoinienda