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JOSE MEJIA VALERA
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ble que la mujer o la mujer ·más que el marido daba el me–
nor algunos dones
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padre del que era más noble: los do–
nes de mejoría eran algunas
ov~jas,
carneros, vasos de pla–
ta, ciertas sillas en que se solían sentar
y
algunas veces al–
guna mujer con que fuese inferior a la primera . Todo esto
daban en
reconocimiento
del beneficio
que le hacían en
darle su hija y para confederación del parentesco que con–
taban para siempre. También se hacía para que la mujer amase
más
·al
marido
y
lo sirviese viendo que daban a sus padres
tantos dones por ella.. .
Aeosta.
-Historia Natural
y
Moral
de las Indias. -Oh . cit. , Cap. 18, p . 187: ..Pero es bien
saber que no tienen por adulterio tener muchas mujeres o map–
cebas, ni ellas tenían pena de muerte si las hallaban con otro
sino solamente la que era verdadera mujer <:On quien
~ontraían
propiamente matrimonio, porque esta no era mas de una
y
r ecibíase con especial solemnidad'
y
ceremonia quera ir el des–
posado a su casa o llevalla consigo
y
ponelle el una otoja en
el pié. Otoja llaman el calzado que allá usan que es como
alpargate. . . Si era la novia doncella la otoja era de laJta,
si no lo era era de esparto. A esta servían
y
reconocían to–
das las otras
y
esta traía luto de negro un año por el mari·
do defunto
y
no se casaba dentro de un año comunmente
era de menos edad que el marido" . Cristobal de Castro
y
D iego Ortega Morejón ,--lRelación de Chincha, etc. , Oh.
cit . , p . 14 1 : •
1
las que no eran agras ni aguacipas que quie·
r e •d ecir mozas de servicio
y
las viudas, los curacas de tales
r ept,irtimientos daban a los tales maridos con esta cerimo–
nia , ques hombre antes que recibiese la muj er le pagaba al
curaca
y
después a los padres
y
parientes dest a ,
y
la paga
era comÓ era la posibilidad
.de la persona; si curaca daba
ovej as, cocos de
lata; si hombre pobre daba un cántaro de
chicha
y
estas dádivas se llamaban entre ellos toma, que quie..
r e d ecir arras, ide manera quel que tomaba mujer
da~do
es–
tas arras, siempre la tenía más por propia que a las demás,
y
así muerto el marido siempre esta quedaba en la parcia–
lidad d el marido
y
no volvía a su aillo por haber sido com–
prada, esta cerimonia se guarda el día de hoy en todos los
más v a lles". Garcilazo.-Ob. cit., Lib.
69,
Cap. Xf: ··Los
naturales destas provincias
de
Tarma
y
Pumpu (que los es-