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ñoria'l i de culebras enormes.
Luege
extendió
el brazo
hacia
ei
camino que !Geva a Kun–
tisuyu, por
donde discurría en
ese istante
el Sol, a dormir ¡¡e–
damen te en el seno azul de Ma–
ma Koc'ha, la mar inmensa, que
pintó con los col;;res de la ado–
ración i del cariño. ·
Habló de los nanazcas, cu–
yas ánforas, dijo, grácilles i finas,
de faictura
inimítab!le, adorna–
ban templos
i
palacios; i cuyos
tejidos de dibuj¡}s tan extraños,
mostró en
tu
túnica recamada de
disleretos oros.
En las ánforas nanaskas re·
vivía ei color en mil dibujos: ta–
zones, platos, fuent\es, cántaros,
vasos sagrados . . . mostraban la
alegría i la algarabía del dibujo
i
del color.
Estos objetos de finísima ce·
rámica, ·repres.entaban frutos de
la arenosa costa; estos ótros, los
animales del.mar i de la tierra:
aquéllos
cus
dioses, séres meta–
morfoseados, mezcla de hombre ·
i
de a-nima.!
feroz, i las
escena~
de su vida cuotidiana ....
En los tejidos de esos pue–
b1os no valían ni las piedras ni
Jos oro¡:,; era
tal la frescura de
su color inimitable, que a pesar
del! uso, dab""iin la impr-esión de
frescos, donde hubieran emplea–
do sus paletas
los pintores más
excelsos.
-
Sus dibujos complicados e–
ran tan extr'años,
que mirados
d-e este lado, eran pájaros ma- .
rinos; d•esde este ótro, eran pe–
ces o animales figurados del O-
céano ...... Más, de frente, los
dibujos nos
b?.bían
engañado:
pues hacían emerger fantástícos
séres humanos,
en Jos
que· los
pájaros
i peces,
no yran sino
1
los miembros,
las manos
i
los
pies, lo ojo;, las
~rejas
i la/ bo–
ca del extraño dibujo rei!lón ...•
Volviendo
a~
Norte, hab.1ó
de Chinchasuyu; se
e~goHó
en la
Historia
del lnka
Pachakútec.
conquistador
del Gran Chimú;
cuyos artistas
de
J~
arcilla ha·
bían deslumbrado al mismo
Em–
¡: erador
con la perfección
de
sus obras inmortalies, en las que
·,,abían eternizado qos rostros de
las muje;res má; hermosas; ha–
bían
retrll!~ado
vivamente a sus
Reyes
i Jefes principal!es;.
i a
los mutilados i a lo9 supliciados,
e ">mo vílvida
advertencia para
los
de~incuentes
i madiVados ....
En la cerámica muchika se
leía la Historia de esos pueblos.
Allí estaban representados desde
la áurea mazorca del: maíz, hasta
la papa, el tubérculo misericor–
dioso que tan pronto señoreaba
en Ia mesa del Emperador, co–
mo daba vida
i
fuerza al Pue–
blo; desde la uyucha de dulcísi–
ma amargura,
.hasta e1. sabroso
pl átano regall
0
dei amoroso Pa–
di1e Sol:
i
desde
-el
cervato co–
rredor
i la serpiente silenciosa,
hasta los peces
i
los pájaros del
mar; ....
los istrumentos
de la gue–
rra i de la paz:
las herramien–
tas; los utensílios i el
mena~je
de
cocina: i desde el horroroso ros–
tro de sus dioses, con atributos
de hombre i de felino, hasta los
portadores de noticias i de órde–
nes por medio
de signos cifra–
dos en pai:lares: toda la vida de