-V·
Pecas
como yo
saben de
tpq
oesares i tus amarguras; jl:ln–
tos hemos sabcreado
h
desgra–
cia, i e1 od''O de los prc:sumidos;
pero nosotros
encenderemos la
lumbre para el hombre,
i
desde
el
A~
ti le seremos luz; con nues–
tras linfas
aplacare~os
su sed
i
suscitaremos la fecundidad para
sus hambrl':s; i nuestro grito for–
midable s -rá el rugido del dolor
de tantos siglos, que preludie la
aurora de un
nuev
0
So1 que a–
lumbre el Imperio
de la L:be:··
tad, la
Fraternidad
i
la justi-
cia.
Nosotros
enseñaremos
al
hombre
a dignificar
i amar al
hombre;
i en un
arranque! de
amor, caut rizaremos ·con hierro
candente su lepra de es :.lav i• ud
i
de bajeza ..... .
N
0
es éste un sueño: es la
esperanza feéunda en una noble
realidad
qu.e está
ge~ tándcse:
¿no .soi
yo un indio
que está
puesto
eh·
el camino d1e la re¡¡¡li–
zación de .esta esperanza?
Los nuevos
indios hemos
comenzado a conmover las n;¡.on–
tañas, en cuyas quiebras habían
que'dado
axlormecidoc• nues.tros
hermanos de , raza i de infc;¡rtu-
nio!
Los nuevos
Ayar.esestpn
en· marcha: ellos h
an de fundar
el gran Imperio donde
!os
hom–
bres
no aspiren
a devorar . ·
hombre! ... .. .
Chuca, setiembre
15
de
1944.
lnti
Illapa