-IV-
tus valles aromados; aureolad-:s
col" las flores del kantut i de
1
a
chihua; o ser
lnk:~., vale ~oso
Ca–
pi á,n,
i llevar
tu>
glorias a los
confines de la Tierra, para, sem–
brando
el bien, entre
l¡;>s pue–
bl os, ,e, señarle'3 a decir en el
di–
vino Runa Simi.
pureZl de m m ral, la gra ,c!e –
za
sus inst-i·,·c, nes i la des–
mesurada enormidad de sus ac–
ciones. se acurrucó en los rinco–
res de los Antis, como una uis–
kacha herida por el arcabuz de
la lncompremión i la
Avarici~ .
"Ama súa, ama 11ulla, ama
h·lla,
a r
huañúchik", como la
du1ce realidad de una moral que
dignifique al hombre! ....
1
Ser Amauta per.) no ya tan
sób pan
h.
nob1·
z . :
abrirse el
corazón i acurru:.ar en
él,
a to–
dos los humano,._, sin dhtinc·ón
de
s ~ cta
n; color!
Mi al:ma
de ind ·o recorre
· s·l~nci
·
S:l
hs edade•, . i vuelve
enlcqueciqa
hasta el
Pasado;
quiere g ita r desde alH a los in–
dios
del Presente;
acallar
!U
dolor con la visión
de sus pro–
pios heroísmos; secar sus lágri–
gr'm:t" con la C')ntemp.lac:ón de
aquolla v ida que ignoró
el
ham–
br ~
i
la
mi ~ ria;
i luego, vo
1
can–
d
J
en
EU
cul ura
h.
c'v'lhación
¡:r · sente, form-ar
la nueva Hu–
manidad eme
orgullosa de pe–
sar los á ·omos i los soles i apri–
d : nar
ios
rayos
cósmicos, s'en–
ta la fruición de ser div:na por
la dulzura de su corazón.
I
no
sólo
eontempla"r a
Kosko como
la
C .'udad EAerna,
pero muerta; crecerse en
el
or- '
gullo de mil ruinas juzgadas ya
inútiler ; hac er lirismo
(n torno
de un
Pasado que
j · má ~
será
Presente; sino apoya' los pies a–
llí.
Í
s ~r
raíz para extraer
la
sa–
··i<~
rtue ha de nutrir de nuevo a
la RaB g' gante: ca que después
el e asombrar
al Mundo con
h.
Al
recorrer
el aJm'l e·
1 •
gendario Imperio, siente
~us
OJO.:.
heridos por Inti
lumino"o;
oye
la algarabía de las . fi · st·s; chcs–
qui eterno , recorre los caminos;
entra en
el
pa
1
acio
d ~
los Empe–
radores,
i dejando
a un kdo
el kipu
S:!
enrola en el ejérc'to
g!orioso, que al [Ón de sono: as
a:¡lliykepas; ' va a
ex~ender
las
glorias d:! una
civ lización que
a p'ra a desterrar el do: or i la
mi'seria.
!
al volver triunfante de la
épica jorn <da, se
SIÍ
nta junto a
los a
1
tos C3.p:tan e: ; se enbr 'aga
en la contempJac'ón de Aldhs i
de J\lusta-s ;
i cuand:> la S:>ra
CO·
mi • nza a circular embriagadora,
~e
acerca ju:1to a ellas, i vudve
a resucitar la esplendoro: a Cor–
tr
de T ahuantin :myu .. . .
Pero al ceuar la última pá–
gina
del Libro ,
cierro loa ojo1:
conmovido ..... .
Oh
R ' Z'll
¡te
apriE<ioné en
sus pági a s, enamorad o loe.) de
tus glorias!
D ' el' as
renac~ rás
un día,
para decirle
aol Mundo,
en la
lengua balbuciente
de tu hijo ,/
que
eres
d igna de
la etemi–
dad . . ... ,
De tu seno saldrá el rayo
4 ue
rompa
la sordera
d~
tus
tímpanos. Entonces tú mísma em–
prenderás
la obra de tu n:den-
ción.