curso de este último ·río, penetraron por sus afluentes, el .
Tambo, ·el Ené, llegando por últimO a la confluencia del
Apurímac con el Pampas.
_
,
El lugar les pareció favorable y de-cidieron
estab~ecerse
definitivamente allí. Abandonando la:s ba·lsas, saltaron a la
ribera occidental, dejando como barrera ·entr·e ellos y el reino
de los uros., la
·e~tensa
corriente de agua : Varios siglos duró ·
aquella -peregrinactón iniciada a raíz del primer éxodo de
la lejana península. Esto suc·edía alrededor
de -
4,000 años
antes de Jesucristo.
'
Los
recién llegados de aquella raza vigoros_a, fecunda
y ·
emprendedora, se dispersaron rápidamente por el extenso
territorio comprendido ent:re los dos afluentes. A sesenta ki–
lómetros al Ponient-e, en una llanura de clima más benigno,
instalaron el centro de la nación, y próxima al río levanta–
ron su capital
~ndahuayla.s
(ti·erra •co'lor paja). [).esde allí
s lteron en todas direcciones sus guerref'o.s, sometiendo a
otras tribus y ampliando sus dominios. Así f'ué -como domi–
naron a los uros, y; alcanzando hasta el lago Titicaca, se
apropiaron de la m·etrópolis
Tiah'uanaco.
/
*
o
'
Todo fué bien durante veinte si.glos aproximadamente, has–
ta que una ser1:e de desgracias -caye-ron sobre los quichuas.
Tremendos cataclismos sísmicos sacudieron la región del lago,
sumergiendo la ciud-ad y arrasando los alrededores. Lo.s so–
brevivientes, faltos . de recursos, fueron ata·ca.dos por inva–
sores que llegaron del Surest-e. Vencidos
y
perseguidos, se
dirigieron hacia el Noreste
1
deteniéndose en Pacaritambo y
luego en el Cuzco.
Pero llegaron a aquel'la:s tierras nuevos c-onquistad
ore~ ,
que venían en busca de mayor extensión, desde el istmo cen–
tral del continente. Remontando el Magdalena y ·el Gauca,
.desembarearón al Sur de
Go~ombia,
y,
atravesando las altas
mesetas ecuatorianas, empezaron a invadi.r los páramos del
1Perú. La ·prime....a y más temible de aquellas hordas era la
de los
callas
o
aimaraes.
Ha•cia el año 2000 a. de J.
e·.
tropie–
za aqueUa tribu con los qui-chuas, que
pr-et~enden
d.eten·er
1
os;
los ata·ca, los arrolla; les arr·ebata la metrópolis y
los
empuja
ha-cia el Este, má.s allá del Apurímac
Prosiguiendo su camino, los vencedores llegan H.asta el
lago Tltlcaca, en cuyas.
orH·l~s
sólo encuen_tran escombros;
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/
,