gran estima la procreacwn, porque así veía aumentar la población de
su tribu. El indio tenía, pues, un gran cariño a la mujer encinta y este
afecto aumentaba de acuerdo con el número de hijos que ella podía
tener. Ello explica también los numerosísimos amuletos y ex-votos que
abundan en Calchaquí, destinados a la eficacia de alumbramiento.
Cuando los peruanos conquistaron estas regiones introdujeron sus
dioses y ceremcnias fálicas, como la adoración a Pacha Mama, a la
Apachecta
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etc. Los indios artistas representaban escenas sexuales en sus
tinajas, ·morteros, vasos,
instnlmentos musicales,
uno de cuyos represen–
tantes es el aludido en párrafos precedentes. Todo ello nos da pie
para afirmar que, como determinante de su música, el falo juega un
papel muy importante, pues influye en el sentimiento y, ya se sabe, todo
lo que en uno u otro aspecto cae en la zona afectiva del hombre, es
susceptible de ser expresado en forma artística. Así explicamos la pre–
sencia de la flauta fálica en el instrumentarium de los pueblos preco–
lombinos del Norte argentino.
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