EN BoLIVIA
anejas a los Conventos que hemos ya ante–
riormente citado, pensó de fundar
y
lo reali–
zó colmadamente las famosas
Misiones de
Apolobamba
(13)
en
1680,
lindantes con las
de los Mojos de los Jesuítas y las de Quetoto
y Manique de Jos Dominicos
(14).
Dignas de mención y de cariñoso recuer–
do, como monumento histórico a la intrepi–
dez de nuestros hermanos, son estas Misiones
de Apolobamba, que originaron la erecció.n
del Colegio de Moqttegua, de donde vino la
restauración de las Misiones del Beni.
Misiones de Apolobamba fueron: 1,
San
fuan de Buenavista o Pata
(
1680). 2,
Inmacu–
lada Concepción de Apolo o Apolobamba
(1690). 3,
Ntra. Sra. de Guadalupe
(
1696). 4,
San fosé de Uchupiamonas
(1716) .
5,
Sta . Cruz
de Valle Ameno
(1716),
donde el P. Arambu–
ru
tr~sladó
la enfermería y fundó
(1740)
un
Colegio de lenguas para facilidad en el traba–
jo de los misioneros. 6,
Sma. Trinidad de Ya –
riapu o Tumupasa
(1718). 7,
San Antonio de
lsiamas
(1721). 8,
San Antonio de Atén
(1736)
'
que ·se había intentado fundar en
1699. 9,
San
fuan de Sahagún de Mojos
(1740),
abandona–
da por los PP. Agustinos.
10,
El Nombre de
jesús de Cavinas
(1785) . 11,
Santiago de Gua–
canaga o Pacaguaras
(1795). 12,
San Francis–
co de Mosetenos
(1796). 13.
S.
Buenaventura
de Chiriguas,
y
14,
S.
Pedro de Alcántara de
Araonas.
La atención de estas Misiones, juntamen–
te con las
15
anejas a los Con veratos, preocu–
paba intensamente a la Provincia: mucho
campo e inmensa mies, cada vez más dilatado '
y
abundante, agotaba, a lo largo, las incansa–
bles energías del más esforzado gigante;
y así por
los años
17
45,
aprovechando
que pasaban
n~isioneros
del Colegio de Oco–
pa para fundar el Colegio de 'Tarija, S. Anto–
nio de los Charcas hace entrega de las Misio–
nes de Apolobamba, pero viendo los PP. de
Tarija que había
300
leguas de distancia al
futuro Colegio, las abandonaron después de
tres años .
En
1793
la Provincia entregó al Ordinario
de La Paz ocho Reducciones que estaban ca–
pacitadas para la vida parroquial. El Colegio
de Tarija no perdió de vista aque J territorio
11
reconocido, y al erigir el Colegio de Moque–
gua
(1775-1795)
cifró sus esperanzas en mi–
sionar toda la frontera del Caupolicán.
Un
Real Decreto en
1796
ordena que la Prov. de
S. Antonio de los Charcas entregue al Cole–
gio Apost. de Moquegua las Misiones de
Ca–
vinas, Mapiri
y
Pacaguaras;
sin embargo, el
29
junio
1806
otro R. Decreto manda entre–
gar sus Misiones al Ordinario de La Paz, a
excepción de Santiago de Capaguaras y Ca–
vinas
(15).
.
Pero el28 mayo
1822
el Obispc, de La
Paz, Antonio Sánchez Mata, intimó a la Pro–
vincia de Charcas su disolución, que fué de–
cretada en Madrid el 25 octubre
1820.
En es–
tas tristes condiciones sobrevino la emanci–
pación de Bolivia de España y así dejó de
existir de hecho en el siglo pasado la gloriosa .
y esclarecida Provincia de S. Antonio de los
Charcas. Hoy sobrevive y espera un pujante
resurgir como Comisaría Provincial indepen–
diente, aunque sin Misiones.
9.
COLEGIO APOSTÓLICO DE NTRA. SRA. DE
LOS ANGELES DE TARIJA
(16).
Cuando el Padre
Francisco de Soto
y
Marne, Comisario 01. del
Perú, llegó a Lima en
1754,
en seguida se in–
teresó por la fundación del Colegio de P.f: de .
Tarija, poniendo una,Comunidad de treinta y
siete sacerdotes y diez y ocho religiosos le–
gos, comenzando su obra magnífica de misio–
nar entre fieles e infieles, en tal grado, que
jamás se verá enaltecido Tarija y su Colegio
como en aquella última mitad del siglo XVIII.
Son famosos, y cada uno de ellos merece
una monografía especial y apologética, Jos
PP. Misioneros Apostólicos Francisco Escri–
bano, Manuel Gil, Tomás Anaza, ft:ndador de
Pilipili
(1766)
y S. Francisco del
Acero
(1167),
José Tadeo
y
Francisco León en
Cabezas
(1772),
Cristóbal Luengo en
Abapó
(1779),
Martín <?rtiz y Tomás Ayala en
/tí
(1788),
Es–
teban Primo Ayala en
Cenia
de Jos Matagua–
yos
(1802):
que murió en Tarija el
JO
junio
J
834
a los
69
años. Hay dos lingüistas que
queremos hacer resaltar: los PP.Jerónimo de
la Peña, natural
d~l
Paraguay, conocedor del
idioma guaraní y Salvador
TrujiiJo, ~ que
en la
misión de S. Jerónimo de
Piriti
(
1
V92)
apren–
dió el chiriguano;_todos estos franciscanos y